ESPECIAL V: INCORRECTO

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Tao jadeó, recostado sobre la puerta de la habitación <<¿Qué he hecho?>> se repitió muchas veces. Sabía cómo terminaría, siempre lo supo, incluso antes de llegar a la Tierra lo había visto; se había visto a sí mismo derrotado, soportando un dolor insoportable, que nada tenía que ver con el dolor físico. Y aún así había besado a Kris, sabiendo que era él quien le causaría esa pena. Tocó sus labios y cerró los ojos, era lo más bello que le hubiera pasado hasta el momento, pero tenía que borrarlo. Pensando en que el pasado no se debe cambiar chasqueó sus dedos, congeló el tiempo y salió de la habitación, se encontró de frente a Kris y susurró una disculpa antes de robarle unos pocos minutos de su tiempo.

Tao tocó la sien de Kris y sus ojos se volvieron de un blanco fantasmagórico cuando los dos previos minutos se borraron de la mente y cuerpo del guardián del vuelo. Había jugado sucio y se sentía culpable pero se obligó a sonreír cuando el tiempo fue puesto en libertad.

—¿Entramos? —dijo y Kris asintió viéndose extremadamente perdido y con un corte en su frente cerca de la ceja derecha.

Tao había sonreído de una forma distinta, pero el guardián volador no prestó mucha atención, ya que de pronto lo atacó un dolor de cabeza punzante que lo obligó a tumbarse en la cama. En poco tiempo se quedó dormido, pero pudo ver la preocupación en el rostro de Tao antes de cerrar sus ojos y sumirse en la oscuridad.

Era de noche cuando despertó, no tenía zapatos, estaba bien arropado y estaba seguro de que Tao estaba despierto en la cama de al lado. Pero habían imágenes en su cabeza, un sueño que parecía muy real... y hermoso. Kris hubiera dado cualquier cosa porque su sueño fuera real. Sonrió con desdicha queriendo abrazarse al Tao de sus sueños que sabía a algodón de azúcar.


* * *


Jimin resultó tener un tobillo dislocado, se suponía que en unos días no debía caminar, de hecho no debía levantarse de la cama ya que podría terminar agravando su situación y Kris no iba a abandonar a su soldado. Acordaron quedarse y Jimin prometió que trabajaría arduamente en su computador portátil para localizar a Luhan y Sehun mientras no pudiera hacer nada más. Kris y Tao se mantuvieron a su lado pendientes de lo que pudiera necesitar, pero el humano era bastante independiente.

Un problema más se sumó a su forzosa estadía en el único país centroamericano de habla inglesa.

Tao ya no lo miraba.

Tao ya no lo miraba a los ojos.

Tao ya no miraba a Kris a los ojos.

Y Kris estaba a punto de colapsar. No sabía qué pasaba. Estaba preocupado por el bienestar de su compañero, quien se veía triste, además de extrañarlo mucho. La amistad que habían forjado se estaba yendo a la mierda y Kris sentía que lentamente perdía una parte de su ser.

Tao ya no lo miraba.

Tao ya no lo miraba a los ojos.

Tao ya no miraba a Kris a los ojos.

Y Tao estaba a punto de colapsar. Sabía lo que le pasaba, estaba enamorado de su compañero y las ganas de abrazarlo sin razón alguna, o las ganas de contemplarlo por horas, o las ganas de saborear los labios su compañero una vez más lo estaban volviendo loco. Si lo miraba se delataba. Extrañaba poder ver a Kris a los ojos, pero no podría contenerse y por supuesto que no necesitaba que Kris se hiciera ilusiones con nada.

HUMANO ~EXO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora