HUMANO ~EXO~

AL DESCUBIERTO

Double Tree Hotel Panama City.
Ciudad de Panamá, Panamá.
Día   33,    21:20   hrs.

El guardián del tiempo acababa de enfrentar a una visión del futuro, una pequeña pieza más en el gran rompecabezas que era su misión en la Tierra. 

—Vamos —Tao dijo, tomando una de las pálidas manos Kris, que lo había estado mirando extrañado.

El guardián del vuelo dio un cortó vistazo a su mano unida a la del guardián del tiempo y asintió, sabiendo a lo que se refería. Ambos guardianes desaparecieron un instante a los ojos de Jimin, que los veía con confusión desde el otro lado de la gran sala de estar.

Un instante que duró demasiado para Kris.

El guardián volador abrió sus ojos. Se encontraba en una ciudad que desconocida. Hacía mucho calor; el sol estaba en un punto alto en el cielo sin nubes, brillando con fuerza.

Pero nada de eso era importante.

Lo que realmente captó la atención de Kris fue la gran batalla que se libraba frente a ellos; se vio a sí mismo y a algunos de los guardianes a lo lejos.

De pronto, algo de gran impacto sucedió, algo que dejó a todos los combatientes inmóviles por un segundo, algo que no pudo ver. Kris se preguntó si Tao estaba jugando con el tiempo, pero el viento aún se movía; un fuerte viento que acorralaba a los guardianes y a los humanos, quienes usaban trajes negros o de camuflaje.

Aún inseguro de si Tao jugaba con el tiempo, Kris fue testigo de como dos balas fueron disparadas de forma simultánea. Chen y Xiumin, a unos cien metros de donde él estaba, fueron los primeros en caer inconscientes al suelo y Kris olvidó que no debía hacer nada y echó a correr hacia ellos. Tenía que hacer algo.

Tao vio a Kris empezar a correr hacia el caos de disparos y elementos que se había desatado y no tardó en derribar el cuerpo humano de Wu YiFan, lastimándolo un poco al obligarlo a colisionar contra el suelo.

—¡No puedes hacer nada! ¡Entiende! —Tao reprendió a Kris, pero el ser volador se veía frenético.

—¿Los mataron? —preguntó casi chillando.

—¡No lo sé! —respondió Tao con desesperación y cuando Kris dirigió su vista de nuevo a sus otros compañeros, vio caer a cuatro guardianes más; entre ellos estaba el ser que se suponía debía proteger, aquel que en su forma original brillaba en tonos de dorado y violeta.

En un parpadeo, ambos estaban en la habitación de nuevo.

—¿Cuándo? ¿Dónde? —Kris exigió tomando a su compañero por los hombros. En su interior sabía que Tao todavía no tenía una respuesta para su pregunta.

El guardián del tiempo había empezado a llorar y a negar simultáneamente y Kris lo estrechó en un protector abrazo. Ambos guardianes acordaron silenciosamente no alarmar a nadie hasta saber con certeza qué era lo que pasaba. O pasaría.

* * *

Luhan caminó por unos minutos, sin rumbo, por las calles de la ciudad más grande del país centroamericano y pronto estuvo frente a la costa. Se giró sobre sus talones, Sehun había caminado detrás de él todo el tiempo y ahora se había detenido a un metro de distancia. El telequinista alzó una ceja en dirección a su compañero, no entendía el silencio de Sehun.