MADAGASCAR

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Marsella, Francia.  
Día 38,   08:53 hrs.


—Guardián Suho —el humano desconocido inclinó su cabeza, —mi nombre es JungMin, de la Base Sur de la UI, estoy aquí porque hay algo importante que quisiera discutir con usted.

—¿De qué se trata? —preguntó Suho con recelo, viendo la identificación del supuesto agente de la UI.

—Sería mejor en privado. ¿Por que no nos acompañan a la base? —pidió el humano con esperanza.

Suho lo miró por un segundo, sopesando sus posibilidades; Lay estaba dormido en la habitación y según sabía, Kai y Dyo también. Él había bajado al restaurante del hotel porque sentía mucha hambre y le fue imposible conciliar el sueño de nuevo, además quería caminar un poco a solas para poder pensar mejor. Cuando su plato iba a la mitad fue abordado por un humano bastante alto, muy atractivo y educado, no desconfió de él, pero tampoco quería visitar su base, ¿para qué?

—Para ser sinceros, tenemos un problema y necesitamos su ayuda con el agua —Suho levantó la vista de inmediato, sabiendo que si tenía que ver con agua, por fin podría serle más útil a la humanidad que yendo de aquí para allá, buscando a los humanos descendientes del antiguo guardián terrestre.

- ¿Tiene que ser ahora? Los demás probablemente están dormidos.

—Solo puedo esperar un poco más, a no ser que desee ir conmigo mientras ellos esperan acá, es un poco urgente, tengo mucha suerte de haberlo alcanzado aquí.


*  *  *


Xiumin alcanzó a Chen y a Yeol, tres de los lobos corrían tras él.

—Quieren llevarnos a alguna parte —les dijo, exhalando vaho que creaba diminutas volutas de nieve en el espacio frente a su pecho.

—¿Puedes hablar con ellos? —preguntó Yeol con asombro.

—No —el guardián del hielo negó con su cabeza y sonrió. —Pero es fácil comprender lo que quieren.

Baek se reunió con ellos en ese momento. Uno de los lobos más pequeños corría a su lado. El animal se acercó un poco a Yeol y olfateó su mano. El guardián del fuego estuvo tentado a dejar salir sus llamas para ahuyentar al can, y probablemente el lobo lo presintió porque le gruñó. Yeol lo miró desafiante y también gruñó.

—¿Por qué discutes con él? —Xiumin preguntó al ver a Yeol gruñirle al bonito lobo.

—Es él quien discute conmigo —se defendió el guardián del fuego.

Baek cerró sus dedos entorno a la muñeca de Yeol y lo atrajo hacia el lobo que acariciaba con la otra mano. Lo hizo poner su palma de fuego sobre la cabeza del animal blanco, quien no protestó.

El pelaje del animal era grueso y muy suave al tacto de Yeol. El alto guardián deslizó su palma sobre la cabeza del lobo, marcando un camino por detrás de las orejas peludas que apuntaban al cielo, los dedos largos siguieron deslizándose por el pelaje hasta el cuello. Yeol prestó atención al hocico del canino; las comisuras se alzaban al cielo, realmente parecía que sonreía.


*  *  *


Debemos irnos, despierta, ya has dormido demasiado —Kai susurró en el oído de Dyo.

El guardián de la fuerza abrió sus ojos perezosamente y le regaló una sonrisa asombrosa con la forma de un corazón a su compañero. Se sentía pesado y feliz. No quería desprenderse de las sábanas. Ahora comprendía mejor porque Chen volvía a dormirse aunque acabara de despertarse, era como si la suavidad del lecho tuviera brazos que intentaran retenerlo a su lado.

HUMANO ~EXO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora