CACERÍA II: VENDIDOS

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La confianza entre los guardianes estaba perdiendo su fuerza. Tal vez, todo fuera producto del miedo colectivo.

Con un rápido y certero movimiento, el guardián de la luz derribó a su compañero, haciéndolo caer de espaldas sobre el suelo. 

Baek se alzó sobre el guardián del fuego, levantando su puño derecho. Estuvo a punto de golpearlo, producto de la frustración que sentía, pero unos ojos asustados detuvieron cualquier ataque. 

Los grandes orbes marrones de Yeol mostraban sorpresa, miedo, confusión y en el fondo, un poco de comprensión. Baek bajó su puño y se alejó, tan asustado como su compañero. Se dejó caer en el suelo y cubrió sus ojos con el dorso de sus manos. Muchas voces humanas que no quería volver a escuchar retumbaron por su cabeza y un desgarrador grito se hizo camino desde su garganta hasta atravesar el aire. Unos conocidos, grandes, fuertes y protectores brazos lo envolvieron.

—Hazlo otra vez —Yeol le dijo al oído y Baek obedeció dejando salir un grito más fuerte—. ¡Otra vez! —exigió y fue obedecido de nuevo—. Ahora escúchame —le pidió, tomando su rostro entre sus vastas manos—, nunca más van a llevarte de mi lado, yo voy a cuidarte —aseguró casi con desesperación.

—No puedes prometer eso.

—Si yo pudiera enviarte de vuelta a tu hogar, lejos de todo peligro ya lo hubiera hecho, pero mi poder no es suficiente... 

Baek se escapó de sus brazos y se alejó unos metros.

—Ninguno va a volver. Hemos sido vendidos. Fuimos un valioso intercambio en una disputa de poder —confesó Baek, con voz quebrada—. ¿Qué no lo ven? No hay lugar para nosotros fuera de este planeta, ya nadie nos espera en casa —las voces volvieron a la cabeza de Baek y este cubrió sus oídos con sus manos —Solo tenemos una opción para que nos dejen vivir en paz —Baek mordió su labio inferior, Yeol lo miraba estupefacto—. Tenemos que entregarles nuestro poder, cuando el momento llegue no te resistas, deja que todo salga de tu marca.

Yeol procesó las palabras de su compañero, las creía porque simplemente era algo que como un buen soldado de guerra ya había supuesto, aunque no había querido aceptarlo.

—Tal vez tu luz no haga mayor daño, pero mi fuego...

—Exacto, deja salir todo tu fuego —pidió Baek con un brillo insano en sus ojos.

—No, Baek, yo no voy a matarlos.

Ambos guardianes se giraron al escuchar unos suaves golpes en la puerta. Sehun entró con rostro serio seguido de cerca por Luhan.

—Sabes que si Yeol libera todo su fuego logrará una explosión de la que nadie podrá escapar. ¿En realidad quieres eso?

—Sí, lo prefiero —respondió el luminoso guardián con determinación.

—Baek... —Luhan lo llamó con preocupación.

El guardián de la luz negó, intentando no pensar, tomó su mochila y salió de ahí.

Los demás guardianes lo vieron salir en silencio.

—¿Qué fue lo que le hicieron? —preguntó Sehun con curiosidad.

—Nunca lo supe, no quiso decirnos. Pero sé que escucha voces... este par de días que hemos estado todos juntos he podido escucharlas pero no entiendo lo que dicen, solo sé que lo atormentan.

Yeol relamió sus labios con gesto pensativo y salió de la habitación detrás de su compañero.

Sehun sentía el miedo de Luhan y tiró de él hacia su pecho para sostenerlo en un abrazo, suspiró lentamente y un fuerte viento se levantó en la habitación.

HUMANO ~EXO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora