daddy ; luke hemmings [1]

005.

Luego de que Luke finalmente acabara en mí, caí en mis sueños nuevamente. No estaba segura cómo sentirme después de todo eso, él no estaba obligándome a hacer esto pero tampoco quería irme. No era simplemente miedo, quizás todo sea porque nunca antes me había sentido tan bien con alguien más.

Perdí mi primera clase porque el idiota de Luke no quiso despertarme, Keyla parecía estar molesta conmigo después de lo ocurrido el sábado por la mañana. Ella sostenía que yo estaba ocultándole algo y por eso, decidió ignorarme toda la maldita mañana.

La clase de deporte fue un castigo, en cuanto intenté subir mi playera para limpiar el sudor que había debajo de ésta, noté las marcas que permanecían plasmadas en mi piel de la última noche que pasé en la compañía de Luke. Agradecí que ninguna de mis compañeras hubiera notado los tantos hematomas que dejó allí.

— ¿Qué tal estuvo eso? —La voz de Led me sorprendió, dándome un gran susto. —Hey, tranquila... ¿Quieres que vayamos a almorzar?

Tomé mi bolso mientras le indicaba que sí con la cabeza, él me jaló hacia el pequeño restaurante que se encontraba frente a la universidad. Dejé salir un suspiro y lo seguí, sentándome frente a él en una de las mesas próximas a la ventana. Hojeé el menú mientras batallaba conmigo misma por escoger una de las tantas comidas que ofrecían, Led por su parte, ya se había encargado de pedir lo que le había agradado más.

—Sólo quiero una ensalada de atún —Murmuré con una sonrisa en mis labios. —Y para beber simplemente pediré Sprite.

Luego de que la muchacha se marchara con nuestras ordenes, me incomodé con la penetrante mirada que Led me estaba dando. Nunca antes nadie había permanecido tanto tiempo en silencio mientras me observaba.

— ¿Cómo es posible que no te hubiera visto antes? —Él murmuró mientras mordía su labio algo frustrado. — ¿Quién fue ese tipo con el que te marchaste de la fiesta? En el momento que iba a acercarme a ti, ya era demasiado tarde... estabas con él pasándola de lo mejor.

—Es el hermano de Key —Murmuré, colocando el mechón de mi flequillo detrás de mi oreja para poder observarlo mejor. —Somos amigos...

—Oh, vamos. ¿Crees que no vi como ese tipo te besó? —Él me reprochó y en aquel momento me sentí a punto de explotar, ¿Cómo es posible que este tipo sea tan imbécil? —Creo que tú y yo podríamos ser amigos, ya que es obvio que estás demasiado ocupada con el señor perfecto.

Dejé salir un suspiro, el cuál sonó demasiado profundo. Dejé salir mis deseos de apretar con mis manos el cuello de Led hasta dejarlo sin oxigeno.

El resto del almuerzo transcurrió con lentitud mientras ambos hablábamos sobre la universidad, sobre si querría terminar aquí, sobre la familia y las pasantías que ofrecían para el verano en otros países como Suecia, Estados Unidos, Dubái y Rusia. Sinceramente nunca antes había pasado por mi cabeza inscribirme en una pasantía, pero de tan solo imaginarme en otro país con un lenguaje totalmente distinto al mío (tal como lo era el ruso) sin mi familia y completamente sola, no podía acceder tan fácilmente.

—Así que, ¿Irás a Suecia? —Led indicó que sí con su cabeza mientras le daba un mordisco a su sándwich de queso. —Eso suena genial, me encantaría trabajar en Dubái o Estados Unidos, son dos países sumamente bonitos.

— ¿Por qué no te inscribes? Es gratis y determinan si irás o no por tus calificaciones finales, créeme que es divertido porque matarás dos pájaros de un tiro; conocerás una cultura increíble como la que poseen los americanos y los ciudadanos de Dubái y tendrás empleo de lo que más te agrada —Él replicó, incentivándome a inscribirme en aquello. —Tendrás a alguno de tus compañeros contigo y si surge algún inconveniente, tendrás un reemplazante que tome la pasantía por ti. Después de todo sólo será un mes y medio para regresar a la vida normal y aburrida.