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Narra Cleo:

El aeropuerto está repleto de fanáticas de Samuel, las cuales han venido por una simple fotografía pero acabarán regresando a casa con las manos vacías ya que él se niega a desperdiciar sus vacaciones; he tratado de convencerlo que ellas están aquí por el inmenso cariño que sienten hacia él y su música, así que lo mínimo que podría hacer es tomarse una fotografía mientras se mantengan calmadas y detrás de las vallas de seguridad.

Luke trata de calmarme luego de que nuestros hijos desaparecieran en medio de la multitud dentro del aeropuerto de Toronto, todo parece una maldita pesadilla de la cual espero despertar pronto. Tomo aire y lo dejo salir por mi boca, cierro mis ojos con fuerza mientras contengo las lágrimas; me siento como la peor madre del universo, ¿Qué clase de idiota pierde a sus bebés en un aeropuerto? Necesito tenerlos conmigo, necesito que estén a salvo y necesito abrazarlos con mucha fuerza porque son lo mejor que me ha pasado junto a Luke Hemmings.

Asomo mi cabeza y una muchacha consigue verme, los flashes no tardan en aparecer, todas están gritando mi nombre pero se siente extraño ya que no soy la estrella de esta familia. Puedo distinguir entre la multitud la chaqueta personalizada que Ethan le obsequió a mis hijos ya que no podía distinguirlos, Eric está junto a una morena y, gracias a Dios, Matheo está acompañándolo. Le hago unas señas a mi esposo y él no se demora mucho en aparecer, pero para mi desgracia, mi hermano está acompañándolo y su expresión cambia al instante.

— ¿Cómo fue que ellos llegaron hasta allí? —Exclamó entre los gritos y flashes de cámaras que nos acosaban. — ¡Necesitamos traerlos hasta aquí!

—Iré a buscarlos —Luke indicó, pero lo detuve, negando con mi cabeza. —No dejaré que tú vayas hasta allí, déjamelo todo a mí.

—Iré yo —Insistí, extendiéndole mis pertenencias a Samuel. Traté de hacerme paso entre la multitud, rogándoles un poco de espacio para poder llegar hasta mis hijos. — ¡Bebés! Necesitamos irnos, el tío Sam está esperando por nosotros.

— ¡Mami! —Eric chilló con entusiasmo, abrazándose a mis piernas. — ¡Pokémon! ¡Mira!

—Son muy bonitos, pero necesitamos regresar con papá —Murmuré, deslizando mis dedos por su larga cabellera oxigenada. Puede que ellos necesiten un corte de cabello, pero se ven preciosos de este modo y nadie puede negarlo. —Podemos atrapar más pokémones cuando estemos con Sammy, ¿No quieren mostrarle su hallazgo?

Ambos asintieron con la cabeza, Eric rogó que lo cargase mientras que Matheo prefirió caminar, haciéndole un gran favor a mi columna vertebral. Muchas chicas se detuvieron a pedirme una fotografía, accedí a pesar de sostener a los niños entre mis brazos (quiénes se mostraron más que felices al posar para las múltiples imágenes).

— ¿Puedo pedirte un favor? —Una muchacha de ojos turquesas suplicó, envolviendo sus delgados dedos alrededor de mi brazo. —Sabemos que Samuel está resignado a tomarse fotografías con las fans pero esperamos que puedas extenderle esta bolsa con presentes, hemos puesto mucho empeño en todo esto y esperamos que lo disfrute.

—Lo haré, no tengas duda de eso —Sonreí, sosteniendo la gigantesca bolsa con mi única mano libre. —Desearía poder darle todo esto pero necesito regresar, estoy muy apenada por su comportamiento pero trataré de hacerlo entrar en razón. Si todas se mantienen calmadas, estoy segura de que él querrá tomarse fotografías con ustedes.

—Hazle saber que Canadá lo ama —Una morena masculló. — ¡Y que esperamos tenerlo de regreso pronto! ¡Eres tan preciosa como tus hijos!

Sonreí.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora