006.

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Luke bajó mis pantalones, dejando a la vista mis bragas. Él rozó su dedo sobre ésta, dándome una sensación de cosquilleo que me recorrió de pies a cabeza; acto seguido él las deslizó hacia abajo separando mis piernas mientras se acomodaba entre ellas.

— ¿Por qué estaba daddy enfadado contigo? —Él me preguntó mientras acariciaba mi clítoris con su pulgar de manera lenta, pero en cuanto creí que él no iba a decir nada más, volvió a hablar. — ¿Por qué estaba daddy enfadado contigo?

—P-porque olvidé nuestros planes —Respondí y él se detuvo. —Y también almorcé con un chico que no es daddy.

— ¿Y daddy no te advirtió que si hacías algo que le hiciera enfadar iba a castigarte? —Asentí con la cabeza, indicándole que eso era cierto. — ¿Quieres saber cuál será tú castigo?

— ¿Cuál será mi castigo, da-daddy? —Cuestioné, pero Luke no respondió.

Él introdujo dos de sus dedos dentro de mí sin previo aviso, dejé salir un gemido mientras lo sentía entrar y salir de mí. Luke era un tanto brusco, pero mi cuerpo estaba disfrutando de aquello sin que yo misma controlara como sentirme. Y en aquel instante en el que creí que todo iba a cesar, rozó su lengua en mi entrada consiguiendo que la electrizante sensación se deslizara hasta la punta de mis pies.

—D-daddy —Gemí, intentando que él se detuviera. —P-por favor, no hagas eso.

— ¿No te gusta? —Me preguntó, pero rápidamente negué con la cabeza. — ¿Entonces, por qué quieres que me detenga?

—M-me encanta, pero no quiero que me dejes así de caliente —Murmuré, sintiendo como mis mejillas se tornaban rojas.

—No necesitas tener mi polla dentro de ti todo el maldito día, nena —Él soltó, consiguiendo que me sonrojara aún más. —Puedes darte placer a ti misma, ¿A caso vas a decirme que jamás te tocaste a ti misma mientras pensabas en alguien más?

—Siempre creí que aquello era algo más común en los chicos —Comenté mientras inclinaba mi cuerpo para observarlo mejor. —De hecho jamás me toqué a mí misma.

—Venga, conmigo aprenderás todo lo que necesitas saber —Él sonrió, frotando sus manos mientras sonreía diabólicamente. —Extiende tu mano, Cleo.

Obedecí, moviendo mi mano para colocarla sobre las suyas. Luke me tironeó hacia él, dirigiendo mis manos hacia mi intimidad; pude sentir como sus dedos rozaban mi clítoris con suavidad mientras intentaba seguirlo como una novata, él se deslizó hacia abajo dirigiendo mis dedos hacia mi entrada.

—Ahora solo debes meterlos en ti, nena —Explicó, haciéndolo mientras la sonrisa continuaba en su rostro. —Debes meterlos y sacarlos de ti justo como daddy lo hace. Trata de no hacerlo tan rápido porque puedes lastimarte.

Asentí, siguiendo sus instrucciones como buen aprendiz pero antes de que pudiera suplicarle para que vuelva a hacerlo él, el teléfono nos interrumpió obligando a detenerme. Luke se apresuró a contestar, pero su expresión cambió repentinamente en cuanto oyó la voz que provenía del otro lado. Me pregunté si se trataba de Keyla, una vez más, intentando averiguar más sobre lo nuestro.

—Nena, tenemos un pequeño problema —Él habló, frunciendo el ceño. —Necesito que tomes algo bonito para esta noche porque debemos ir a casa de mis padres para festejar el cumpleaños de mi tía Jodie. ¿Crees que podamos correr hacia tu apartamento, tomar un vestido bonito y regresar a tiempo para que puedas arreglarte?

Mordí mi labio mientras asentía con la cabeza. No estaba demasiado acostumbrada a tardar mucho tiempo en prepararme, pero cuando se trataba de fiestas o acontecimientos importantes (tales como conocer a la familia de mi daddy) podría llegar a tardar más de lo debido.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora