Aquel día hacía demasiado calor, recuerdo que llegué a casa de Keyla algo tarde debido al tránsito. Habíamos acordado en vernos en su casa para comenzar el trabajo de algebra; ella vivía en un barrio bastante pintoresco y elegante. Las propiedades tenían un aspecto moderno y elegante que las caracterizaba, sabía que su familia tenía dinero y eran importantes... pero no creí que fueran las personas más ricas de Sídney.
Estacioné mi automóvil frente a su hogar y me bajé, toqué timbre una sola vez y esperé a que alguien abriera; tenía la esperanza de que esa fuera Keyla, pero no fue así. Su hermano, si mal no recuerdo se llamaba Luke, fue quién abrió la puerta. Él era más guapo de lo que había descrito mi amiga, tenía unos azules ojos que brillaban como dos diamantes, un cabello rubio que lo hacía ver adorable y un aro en su labio inferior. Este chico podría ser un jodido dios griego.
— ¿Vienes a buscar a Ben? —Preguntó de mala gana, negué con la cabeza sintiéndome insultada.
—Keyla y yo tenemos que terminar un trabajo —Contesté con el mismo tono, consiguiendo que él alzara una ceja. —Sería bueno que te apartes y dejes que la vea.
—Woah, ¡Hasta que Keyla consigue una amiga! —Exclamó con diversión, jugando con el arete de su labio. — ¿Eres chica, no?
En ese instante sentí la rabia apoderarse de mi cuerpo, iba a golpearlo justo en la bonita nariz que dios le dio pero Keyla se apareció salvando la vida de su estúpido e inepto hermano. Ella me dio un abrazo y me invitó a pasar, dándole un empujón a Luke, quién nos siguió escaleras arriba hasta que se perdió en el segundo piso.
—Lamento que mi hermano sea un imbécil, a veces la belleza trae defectos —Key rodó los ojos y buscó su mochila, yo rebusqué en mi bolso las cosas de álgebra. —Aunque... creo que necesitaremos un poco de su ayuda.
—Keyla, lo haremos por nuestra propia cuenta —Solté, dándole una ojeada al cuaderno y las consignas del trabajo. —Me llamó transexual, sé que no es un insulto pero resultó ofensivo ya que ahora siento que luzco como un hombre.
—Creo que el agua oxigenada le ha quemado las neuronas —Comentó, consiguiendo que soltara una carcajada. —Es mucho más inteligente de lo que crees, ha alcanzado una licenciatura.
Me ahogué con mi propia saliva, ¿Ese chiquillo tenía una licenciatura? ¿Cuántos años tenía? Podría jurar que él tenía diecisiete e incluso dieciocho, era mundanamente imposible que alguien sea adelantado tantos años escolares.
— ¿Cuántos años tiene? —Cuestioné, mordiendo la punta del lápiz.
—Veintiséis exactamente —El rubio respondió, ingresando a la habitación de Keyla. —Y sí, soy licenciado en ciencias criminalísticas, estudiaba en una escuela técnica... sé mucho sobre matemáticas. Debería haber seguido con un doctorado, pero aquí me tienes.
— ¿Yo te pregunté, a caso? —Luke alzó una ceja, negando con la cabeza.
—No le hablaría así a un hombre mayor que tú, pequeña —Él protestó con algo de diversión en su demandante tono, me quitó el libro de las manos y comenzó a leerlo. —Está bastante fácil, de hecho, es lo básico. Deben recordar que el teorema de Pitágoras sólo es aplicable para los triángulos rectángulos, especificaba que la suma de los catetos es igual a la hipotenusa; ósea que si le restas la hipotenusa a este cateto... obtendrás el otro cateto, o eso supongo.
— ¿Eso supones? —Fruncí el ceño, rebusqué entre los libros y apuntes que había tomado de la clase... él estaba en lo cierto. —Bien, tenías razón.
Él me observó con una ceja alzada, en señal de "siempre tengo razón". Keyla y yo pasamos el resto de la tarde con la compañía de su hermano, él nos ayudó más de lo que esperaba y en cuanto la rubia se escapó para responder su teléfono comencé a sentirme incómoda.
—Yo pienso que eres la chica más hermosa que alguna vez vi —Él comentó, consiguiendo que desviara mi mirada hacia donde se encontraba ahora mismo.
— ¿Disculpa? —Fruncí el ceño, sin comprender muy bien a lo que se refería.
Hace un instante él parecía odiarme y ahora salía con esta idiotez, no sabía que responderle, quizás sólo se trataba de una estúpida broma. Me quedé callada hasta que apareció Keyla, ella nos observó con una ceja alzada y sonrió.
—Tenía la esperanza de regresar y que ambos estén follando, pero al parecer no es así —Rió bajito, chequeé mi reloj y suspiré.
—Yo quería, pero ella no me dejó —El rubio hizo puchero.
—Creo que debería regresar —Solté, levantándome del piso. —Si tan solo necesitas ayuda, mañana hablaremos en la universidad.
Ella asintió con la cabeza.
—Yo la acompañaré —Su hermano soltó, ella negó con la cabeza.
—Dios, Luke —Gruñó, tomando sus llaves. —Relaja tu pene, es mi amiga y no quiero que la toques. ¿Vale?
Él hizo puchero, pero asintió regalándome una burlona sonrisa. Keyla me acompañó hacia la puerta, antes de que me fuera ella me dio un fuerte abrazo indicándome que nos veríamos mañana en la universidad. Me subí a mi automóvil y conduje hacia mi apartamento.
Me recosté sobre el cómodo sofá de cuero que había comprado e intenté cerrar los ojos pero un mensaje me despertó, estiré el brazo hasta la mesa ratona y tomé el teléfono. Era un número desconocido, alcé una ceja sin una idea del posible destinatario y lo abrí, esperando que fuera un mensaje de Ethan, mi hermano mayor o de mi padre.
"Aún pienso que eres guapa. PD: soy Luke ;)"
Aquel momento pensé que él estaba loco, no entendía de a dónde había sacado mi número o cuál era su motivo para molestarme... pero efectivamente no iba a responderle. A muchas chicas no les gustaba que sus amigas hablen con sus hermanos, mucho menos que ellos les coqueteen; me había pasado con Ethan en cuanto mi mejor amiga de la secundaria intentó coquetearle. Casi enloquecí de celos, ¡Él es solamente mi hermanito, no estoy dispuesta a compartirlo!
"Es de mala educación ignorar a los demás, pequeña Cleo".
"A daddy no le gusta tu comportamiento."
Rápidamente tecleé:
"¿Por qué ese estúpido apodo? No eres mi padre, duh."
"Me gustan las chicas rebeldes, creo que me gustarás."
Y aquel momento fue en el que todo comenzó, aquel instante fue el instante clave en nuestra futura relación extraña. Estaba jodida y él iba a joderme aún más.
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daddy ; luke hemmings [1]
Fiksi Penggemar❝-Yo seré tu peor pesadilla si no haces lo que te digo -Murmuró de la forma más calmada del universo, como si aquello no significara nada para él. -Te daré lo que quieras, puedo hacer que toques el cielo con las manos... pero no tendré miedo de hace...