028.

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El bebé de Scarlett y Benji había tomado a todos por sorpresa, especialmente a Emily quién aún no había tolerado bien el hecho de su hijo mayor siendo padre de un niño a tan corta edad. Pero todos sabíamos que el niño se convertiría en la luz que esta familia estuvo necesitando desde hace mucho tiempo y todo el peso caía sobre Ben, quién estaba siendo obligado a conseguir un trabajo con una buena paga y no tuve mejor opción que recurrir a la ayuda de mi novio.

—Nunca antes habíamos venido al parque —Exclamé mientras me abrazaba a mi chaqueta, Emily debía hacer unos trámites en la ciudad y me dejó a cargo de Barbie. Mi hermanita era un tanto inquieta pero estaba comportándose más bien de lo que esperaba.

—De hecho, nunca antes habíamos estado a cargo de una niña —El rubio rió, plantando un beso en mi frente. Luke fue arrastrado por Floyd hacia uno de los inmensos árboles y yo seguí a Barbie hasta los columpios.

— ¿Quieres que te ayude a columpiarte? —Le pregunté mientras me colocaba detrás de ella. Asintió con su cabeza, moviendo su adorable cabellera castaña. —Vale, debes aferrarte con fuerza a las cadenas y no soltarte, ¿Sí?

—Está bien, Cleo —Ella me sonrió, enseñándome todos sus dientes. Dejé salir una risita y comencé a mecerla hacia adelante con sumo cuidado. — ¡Más rápido!

Volqué mis ojos y aumenté suavemente la velocidad, dando empujoncitos en su espalda para darle el impulso necesario. Luke regresó, acompañado por nuestro pequeño cachorro. Le dediqué una sonrisa y luego de que Barbara mantuviera un ritmo adecuado, corrí hacia él, observándola desde la banca.

Cerré mis ojos, sintiendo como el viento golpeaba mi rostro, despeinándome por completo. Entrelacé mis dedos con los de Luke, dibujando una sonrisa en mi rostro de oreja a oreja; llevábamos casi dos meses de relación y las mariposas aún no se desvanecen, al contrario, se mueven mucho peor que antes, consiguiendo que mi estomago sea invadido por un cosquilleo que me lleva a sonreír sin que yo misma lo controle.

—Me gustas mucho, Lukey —Le susurré, mirándolo a los ojos con una gran sonrisa. Él comenzó a jugar con mi cabello, dejando muchos besos en mis mejillas y labios.

—Y yo estoy muy enamorado de ti —Él concluyó, besando mi mano. —Siento como si tú hubieras sido hecha especialmente para mí.

— ¡Cleo! —Mi hermanita chilló, consiguiendo que apartara mi mirada de Luke. Tuve el impulso de correr hacia ella en cuanto la vi lloriqueando, sentí que algo andaba mal con ella.

— ¿Qué ocurre? —Le pregunté, limpiando las lágrimas que ahora decoraban sus regordetas mejillas. Ella me abrazó y continuó lloriqueando. —Barbie... ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué estás llorando?

—Porque vas a casarte —Ella exclamó entre lágrimas, mi ceño se frunció con diversión mientras negaba con mi cabeza. —Luke te observa de la misma forma en la que el príncipe Eric observaba a Ariel...

—Luke y yo no vamos a casarnos —Me reí, abrazándola con mucha fuerza mientras le daba una vuelta en el aire. —Hace falta mucho tiempo para que una pareja se case, princesa. En la vida real, a diferencia de las películas de Disney, las personas se toman un largo tiempo para pensar en si quieren pasar el resto de sus vidas con su pareja.

Barbara hizo un puchero, dejando salir una risita.

— ¿Podemos comprar cupcakes de regreso a casa? —Asentí con mi cabeza, sosteniéndola entre mis brazos mientras regresábamos con Luke. — ¡Luke! Cleo dijo que me comprará cupcakes de regreso a casa.

— ¡Eso es genial! —Mi novio exclamó, removiendo el cabello de Barbie. —Yo quiero cupcakes de chocolate con crema... ¿De qué sabor los querrás tú, Barbie?

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora