017.

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Regresé a mi apartamento luego de que los Hemmings se despidieran de mí con una enorme cena en casa de Liz y Andrew. Nunca antes me había sentido más bienvenida con una familia que no es la mía... ellos habían conseguido que me sintiera parte de su maravilloso grupo familiar. Es increíble ver personas tan unidas como todos ellos.

—Gracias por ayudarme con las maletas —Murmuré, dejando caer mi bolso sobre el sofá. — ¿Quieres entrar?

— ¿Crees que sería adecuado que me quede? —Luke alzó una ceja, esbozando una sonrisa burlona. Me encogí de hombros para luego asentir con la cabeza, indicándole que era así. —Bien, será mejor que entre antes de que la princesa se enfade por hacerla rogar.

—No ibas a hacerme rogar —Reí, cerrando la puerta con un empujón luego de que ambos nos encontramos dentro. —Si hubieras decidido marcharte, no me hubiera opuesto. Pero si lo que quieres es sexo, quiero que sepas que estoy demasiado agotada como para tener relaciones sexuales en este preciso momento.

—Cleo, ¡La vida a mi lado no requiere tener sexo en todos lados! —Él se defendió, poniendo esa expresión de "eres-la-única-pervertida-en-el-cuarto" consiguiendo que quedara mal conmigo misma. —O bueno, tal vez sí. Quizás sea un loco dependiente de ti, pero es tu culpa por ser tan fabulosa en la cama.

— ¿Mañana irás a trabajar? —Él asintió con la cabeza mientras se acomodaba sobre el sofá, me coloqué a su lado abrazándome a su cuerpo. —Oh, debe ser muy agotador para ti tener que regresar a la rutina diaria luego de una semana de...

—Maravillosas vacaciones con mi princesa —Él finalizó la oración por mí, sonreí como boba por las palabras que había tomado. —Sí, tal vez sea un poco estresante regresar al trabajo tan rápido pero es lo mínimo que puedo hacer. Necesito averiguar todo sobre los sospechosos del último caso que me asignaron.

—Ha de ser muy difícil estar a cargo del departamento de policía forense con tan solo veintisiete, yo me sentiría muy estresada —Susurré, acariciando su mejilla con mi dedo índice. —Todos esos casos que parecen no tener una salida, todos esos sospechosos que podrían ser los culpables y tú quemando tu mente mientras tratas de averiguar quién lo hizo y cuál fue su razón.

—Creo que tú serías una buena secretaria —Sonrió, jugando con el piercing de su labio inferior. —Podrías traerme el café en las mañanas, podría verte todo el día y podríamos follar donde sea con la increíble sensación de que alguien podría cacharnos.

Dejé salir una sonora carcajada.

— ¿No que todo en la vida no era sexo contigo? —Alcé una ceja mientras continuaba riendo. Me coloqué sobre las piernas de daddy y besé su mejilla, mirándolo fijamente a los ojos. —Extrañaré poder estar contigo todos los días, especialmente poder verte a toda hora.

—Vamos a seguir viéndonos —Él suspiró, acariciando mi mejilla. —Aún continúas en vacaciones y sabes que puedes ir a mi apartamento cada vez que lo desees, incluso podrías quedarte a vivir conmigo que no tendría ningún problema.

—No quiero interferir en tu espacio personal —Suspiré, encogiéndome de hombros. —Pero me encantaría almorzar contigo, ¿Crees que mañana podremos almorzar juntos?

—Puedes pasar por mí en mi trabajo —Respondió, por un momento me concentré en cada pequeño detalle de su rostro. La forma de sus cejas, el vello facial que comenzaba a crecer, formando una delgada barba... la manera en la que sus ojos brillan y todos los detalles que lo hacen perfecto. — ¿Qué tengo? ¿Hay algo en mi rostro?

—Sólo estaba pensando que daddy es muy guapo —Repliqué con una enorme sonrisa. Me incliné hacia adelante y lo besé con suavidad en los labios, tomé su labio inferior entre mis dientes y lo jalé hacia mí juguetonamente. — ¿Por qué no puedes quedarte conmigo?

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora