daddy ; luke hemmings [1]

065.

Narra Cleo:

Agradecí que mi madre, la señora Hemmings, Keyla, Jade, Arlette, Zirah y mi pequeña hermanita Barbie me acompañaran a comprar mi vestido para mi propia boda. Finalmente, después de tantos meses de planeamiento tendremos la ceremonia más preciosa y épica, horas eternas de buscar la decoración perfecta y algunos mínimos desacuerdos con mi futuro esposo. En menos de cinco horas tengo una sesión de fotos con Luke para nuestro libro de recuerdos, estoy más que emocionada en todos los malditos sentidos.

Imagínate, despiertas y de repente recuerdas que eres la esposa del hombre más maravilloso que existe en el planeta tierra. ¿Cómo te sentirías? Porque, yo no puedo explicar lo que siento al recordar que pasaré el resto de mis días a su lado, ambos construiremos la familia con la que siempre hemos soñado y si todo llega a salir bien, viviremos felices por siempre.

Estos últimos días ha estado rondando mi mente el hecho de ver a los gemelos crecer junto al hombre que amo, tener más hijos, comprar una casa frente al lago para los fines de semana o simplemente una en otro país para que podamos huir cuando todo parezca caérsenos encima. Pero, la boda no es lo único que me tiene estresada, dentro de unas semanas mis hijos cumplirán su primer año y también estoy organizándoles una fiesta. ¿Por qué demonios todo pasa tan rápido? Ayer a penas eran unas preciosuras de ojos turquesas y ahora, cumplirán su primer año y continúan siendo las criaturas más hermosas con ojos brillantemente gigantes.

—Buenos días, señoritas —Un hombre de unos cincuenta años aproximadamente se nos acercó, trae un esmoquin con un adorable moñito rojo y una apariencia de gay amigable. A su lado, hay una joven de cabello rojizo y muchas pecas, lleva puesto un vestido rosado y un blazer sobre éste. —Soy Mark, es un placer tenerlas en nuestra tienda un día tan caluroso como este. Ella es Abigail, mi asistente y ambos estamos a su disposición. ¿Cuál de todas ustedes será la suertuda novia?

—Mi hija —Mi madre replicó con rapidez, empujándome con suavidad hacia el frente. Evie se ve más emocionada que yo, porque me siento aterrada de no conseguir un vestido apropiado.

— ¡Felicitaciones! —Mark exclamó, dándome un corto abrazo. —Sígueme, preciosa. Voy a enseñarte todos los vestidos que tenemos, así tú puedes probarte el que más te agrade. Mientras tanto, mi asistente les enseñará algunos catálogos de alta costura que podrían agradarles.

La pelirroja desvió a mis amigas y familiares, llevándolas hacia una gigantesca sala de espera. Estaba preguntándome qué demonios han de estar haciendo los gemelos y Luke, probablemente han destrozado toda la casa o han de estar divirtiéndose con la televisión y los juegos didácticos preferidos de Eric y Matheo.

El hombre me enseñó una variedad interminable de vestidos de novia, largos, cortos, ajustados, con faldas formidables, brillantes y otros con flores gigantescas. Personalmente, escogí tres con los que sentí que me vería espléndida; el primero constaba de un top por debajo de los hombros repleto de piedras resplandecientes y una falda monumental con patrones brillosos, el segundo era un tanto más entallado, la tela trae transparencias y ciertas decoraciones de encaje que lo hacen parecer el vestido menos apropiado para una boda cuando tienes a un prometido como Luke Hemmings y el último, sin dudas es mi preferido... parece haber salido de un maldito cuento de hadas, se asimila al vestido de cenicienta en todos los malditos sentidos pero con algunos detalles dorados resaltando por encima del color blanco y de no ser que me vea horrenda con él, será mi elección.

Me probé el segundo antes que los demás y permanecí unos instantes dentro del probador, dando vueltas y tomándome fotografías para luego tomar una decisión, salí y ellas me observaron con el ceño fruncido. Definitivamente no les ha gustado.