daddy ; luke hemmings [1]

058.

Narra Cleo:

Luke se las ingenió para que lo acompañara a visitar a su viejo amigo Francis, mencionó que él tiene un refugio de animales que fueron encontrados en situación de calle o rescatados de una muerte segura. Así que además de rellenar el triste vacío que hay en mi corazón desde la defunción de Floyd, estaría haciéndole un favor al universo al adoptar a algún cachorrito inocente que fue abandonado por un cruel y vil ser humano.

Empujé la puerta de su range rover y bajé, acomodando mi pantalón porque se había bajado después de que lo desabotonara por la presión que estaba ejerciendo sobre la zona inferior de mi vientre. El rubio me ofreció una sonrisa y me obligó a caminar a su lado a través del camino repleto de flores y árboles con frutos que parecían ser frambuesas; notamos que el ambiente estaba bastante limpio a pesar de ser un refugio de animales y éstos no estaban dentro de unas jaulitas, si no que sueltos y jugueteando con algunos niños.

— ¡Luke, amigo! —Un muchacho de ojos turquesas exclamó con alegría, abrazándose a mi prometido con mucha fuerza. —No te he visto en tanto tiempo, ¡Has cambiado tanto! Y... ¡Ahora serás un padre!

—Lo sé —Luke sonrió de lado a lado, aferrándose a mi mano. —Ella es Cleo, mi prometida. Cleo, él es Francis...

—Su viejo amigo del secundario —El otro replicó, saludándome con amabilidad. —Es un placer conocerte, me he llevado una gran sorpresa al ver que mi viejo amigo ha decidido crecer de una maldita vez. ¡Adelante! Mi esposa les traerá algo para beber, ¿Té, café, limonada?

—Limonada —Contestamos al unísono, consiguiendo que el moreno sonriera.

—Mientras tanto, será mejor que comience a contarles sobre el refugio —Francis berreó, aferrándose a la mano de una niña de trencitas rubias, la cual parecía ser su hija porque existía mucha similitud facial. —Nos encargamos de rescatar a los cachorritos que abandonan en las calles, carreteras e incluso a los perros adultos con los que nos chocamos en las calles y les damos un hogar seguro donde tienen garantizado comer, beber, un techo y un sitio para descansar. La crueldad humana suele ser extrema estos últimos años, hemos hallado a muchos bastante dañados y los convertimos en lo que son hoy en día. Los vacunamos, les damos un baño mensual y esperamos a que algún mundano decida llevarlos a sus casas.

—Suena muy amable de tu parte, Francis —Solté, perdiéndome entre los tantos cachorritos que había correteando de aquí para allá detrás de los niños. —Desearía que Luke me deje adoptarlos a todos pero sé que eso no pasará.

—No escuches al aburrido de Luke, si no a tu corazón —Él se rió, pude notar que uno de los perritos estaba jalando de las agujetas de mis zapatillas. Me coloqué de rodillas y comencé a acariciarlo, pero de repente todos se acercaron a mí, llenándome de amor y baba. — ¡Mira que monos son, Luke! Este está lamiendo mi barriga... ¡Es un amor, voy a morir de ternura!

Luke sonrió, colocándose junto a mí para intentar acariciar al menos a uno de los cachorritos. Ellos parecían querer escaparle, estoy segura de que es porque tiene apariencia de tipo rudo y peligroso pero Hemmo no sería capaz de matar ni a una mosca.

—Y bien, ¿Cuál te agrada más de todos? —Me preguntó, se sintió como si para él yo estaba en una dulcería o a punto de escoger un juguete. Pero yo me sentí en un callejón sin salida, quería llevarlos a todos, darles un hogar y llenar mi vida con alegría perruna aunque eso es algo suficientemente imposible. —No estoy presionándote, tienes toda la tarde para escoger pero...

—No son juguetes, Luke —Me quejé, acariciando al pastor ovejero australiano y a su hermanito mellizo. Ellos dos eran preciosos, uno de color ceniza con algunas manchas negras y blancas, ojitos azules y el otro es bastante peculiar, ya que es negro, chocolate y blanco mientras que sus ojos son de colores diferentes. ¿Es posible enamorarse de un perrito? Porque acabo de hacerlo, quiero llevarlos conmigo y abrazarlos todo el maldito día. —Estoy enamorada de estas preciosuras, ¿Es legal ser tan bonito?