036.

1.8K 94 35
                                        

Alexander lo miró enfadado y cerró la puerta con fuerza, soltándome instantáneamente. Cerré mis ojos con fuerza y me dirigí hacia el baño, lavé mi rostro y regresé a la cama. Él continuaba molesto, traía los puños cerrados y los ojos bien abiertos, como si aquella situación le hubiera afectado más de lo que esperaba.

—Ha sido un error invitar a Keyla —Soltó, traté de acomodarme sobre la cama. —Tal vez deberíamos marcharnos mañana mismo, escoger otro hotel o alquilar una maldita casa. No soporto esta mierda.

Traté de hablar, pero él estaba tomando la palabra una vez más.

— ¿Sabes que es lo que no soporto? —Alexander me atacó, obligándome a mirarlo a los ojos. Sin dudas estaba furioso, pero estaba comportándose de forma atípica. —Estoy harto de ellos, estoy harto de los Hemmings. Especialmente de Keyla y su estúpido hermano.

—Alex, cálmate —Gruñí, sintiendo un terrible dolor de cabeza. —Keyla es mi mejor amiga y siempre ha estado allí para mí... desde mucho antes que te conocí. Al igual que toda su familia, no puedo borrarlos de mi vida tan fácil; los aprecio de una forma que no te imaginas.

— ¿Es eso o probablemente aún no te has olvidado de Luke? —El castaño arremetió en mi contra, consiguiendo que volcara mis ojos. —Respóndeme, Cleo. ¿Aún sientes algo por él?

Traté de rebobinar, tomarme unos pocos minutos para debatir conmigo misma sobre cuál sería mi respuesta. Obviamente no quería terminar con Alex porque temía quedarme sola y triste en el caso de que Luke me rechazara, pero no podía negar que mis sentimientos por Hemmo estaban floreciendo otra vez y no podía hacer absolutamente nada para desmentirlo. Pero una cosa llevaría a la otra y no puedo ser tan ruda con Alex después de nuestros tres años de relación.

Cada vez que trato de pensar una respuesta lógica, aparece una simple opción dentro de mi cabeza. Obviamente amo a Luke Hemmings y quiero que sea el hombre con el que pueda compartir el resto de mi vida. No puedo continuar permitiendo que él sea feliz con una chica que no soy yo y necesito ponerme de rodillas y rogar por su perdón porque me he comportado como una idiota; he sido una idiota y necesito remediar mi comportamiento, recuperar al hombre que amo y el único que supo hacerme sentir una mujer.

—Alex, lo siento —Murmuré, colocándome mis ojotas. Me quité el anillo de compromiso y se lo entregué con lágrimas en los ojos. —Siento mucho todo esto, siento no ser la mujer que estabas buscando pero no puedo vivir en una farsa. No quiero que mi vida se convierta en un castigo y vea al hombre que amo con una mujer que no soy yo.

—Si te marchas ahora, no habrá una segunda oportunidad —Él sentenció, pero solo atiné a reírme por sus desquiciadas palabras. —Estoy hablando enserio, Cleo. ¿Te marcharás de la habitación en ropa interior?

—Me importa media hectárea de verga —Dije, abriendo la puerta. —Adiós, Alex. Lo siento mucho, muchísimo. Pero tengo fe de que hallarás a alguien que te amará mucho mejor de lo que yo podría hacerlo.

Y huí, corrí lo más rápido que mis piernas podían mientras algunas personas de seguridad me observaban extrañadas. Traté de hacer memoria sobre la ubicación de la habitación de Hemmo y crucé mis dedos, rogando porque él se encontrara allí dentro y sin su nueva novia. Imploré porque él no me odiara después de toda la mierda que he traído a su vida y esperando a que esté dispuesto a brindarme una segunda oportunidad.

Golpeé repetidamente, llamándolo por su nombre e indicándole que era yo. Se tardó unos cortos segundos en abrir; pude notar que sus ojos estaban rojos porque había estado llorando y me sentí mucho peor que antes. Me abracé a él, enredando mis piernas alrededor de su cintura.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora