Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Luke, él estaba más que borracho a pesar de que la fiesta recién comenzara, de hecho todos lo estaban y parecían estar en un punto de quiebre. Me encogí de hombros, recordando la situación que presencié detrás de aquella ventana en la cual Samuel toqueteaba públicamente a Zirah.
—Necesito contarte algo importante —Susurré en su oído, consiguiendo que el volteara a verme con el ceño fruncido. —Nunca antes se lo había contado a nadie, ni siquiera a Keyla. Siento que necesito sacármelo de adentro porque he estado teniendo pesadillas, ha estado atormentándome como no te imaginas y tengo miedo de que pueda afectarme no sólo a mí si no a los bebés.
—Sabes que puedes contarme lo que quieras, siempre estaré aquí para ti —Él murmuró, arrastraba divertidamente las palabras pero de algún modo sentí que era el momento indicado para hablarlo. —Podemos ir afuera, los camastros están libres a estas horas.
Asentí con mi cabeza, tomando su mano y permitiendo que nos dirigiera a ambos hacia las zonas próximas a la piscina. Él estaba en lo cierto, la mayor parte de las luces se encontraban apagadas y los huéspedes descansando dentro de las habitaciones mientras que el único sonido que podías oír desde aquí es el de las cascadas artificiales intercambiando el agua de la alberca para mantenerla limpia.
—Y bien, ¿Qué querías decirme? —Me preguntó, colocando su brazo detrás de mi nuca, depositando un sonoro beso en mi mejilla. — ¿Por qué dices que esto está afectándote?
—Porque no he podido dormir bien. Se trata sobre la escuela, ni siquiera sé por qué estoy recordando todo esto después de tanto tiempo pero aquí me tienes —Confesé, dejando salir un suspiro, tratando de dejarlo ir. —Las cosas actualmente comenzaron en tercer año, hasta allí mi situación escolar era la de un alumno normal. Tenía un numeroso grupo de amigas, nos brindábamos apoyo mutuo e incluso conocíamos los secretos más oscuros de la otra.
— ¿Entonces? —Luke interrumpió mi narración, dándole un sorbo a la bebida que se robó de la fiesta. — ¿Qué ocurrió después? ¿Cómo fue que ellas la cagaron?
—Ellas no la cagaron —Solté, sintiéndome terrible por todas las mentiras que le dije en el pasado a Luke. —Yo fui quien lo arruinó todo, de algún modo a una de ellas le gustaba un muchacho. Sí, sonará cliché y estúpido pero él era precioso... cabello castaño, ojos turquesas, sonrisa penetrante. Juro que con una simple sonrisa, cualquier chica estaba rogando por su atención.
Dejé salir un suspiro.
—Entonces, por alguna extraña razón se fijó en mí y las cosas se jodieron muchísimo —Bufé, jugando con mis pies descalzos. —Era una idiota, el patito feo del grupo, la chica rara. Siempre me sentaba a sola en la biblioteca mientras mis amigas iban de aquí para allá, imaginándome lo genial que sería demostrarle al mundo que podía ser hermosa.
— ¿Tú siendo una rarita? —El rubio se rió. —Aquello suena como una tontería si me lo dices ahora, no puedo imaginarlo.
—Déjame seguir, idiota —Me quejé, consiguiendo que el incrementara sus carcajadas. —Vale, así que todo ese verano permanecí en casa de mi abuela Edith, matándome en un gimnasio y comiendo puras verduras, ejercitándome desde el amanecer hasta el ocaso. Me despertaba temprano y preparaba uno de esos batidos repletos de verduras y cosas raras, salía a correr y hacía la rutina diaria del entrenador. Me inscribí en clases de vóleibol y dediqué todo mi verano al deporte y la vida sana.
—Y aquello funcionó, ¿No es así? —Luke alzó sus cejas juguetonamente.
—Así es, cuando cumplí quince tenía una figura envidiable y estaba lista para demostrar mi figura en la escuela...

ESTÁS LEYENDO
daddy ; luke hemmings [1]
Fanfiction❝-Yo seré tu peor pesadilla si no haces lo que te digo -Murmuró de la forma más calmada del universo, como si aquello no significara nada para él. -Te daré lo que quieras, puedo hacer que toques el cielo con las manos... pero no tendré miedo de hace...