041.

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Apoyé mi cabeza sobre las piernas de Luke, quién se había quedado dormido unas cuantas horas atrás. Calum iba al volante, él y yo éramos los únicos despiertos dentro del elegante Mustang de su novia; había sido muy amable al tratar de sacarme un tema de conversación, pero esta no llegó demasiado lejos.

Sentí los brazos de mi novio rodeándome completamente, el auto se movía a toda velocidad y el rugido del motor podía ser algo bastante incómodo a la hora de conciliar el sueño. Teníamos casi cinco horas hasta llegar a Las Vegas, Nevada... nuestra primera parada. Y yo me sentía como una colegiala que está a punto de tener su primer viaje con todos sus compañeros, pero con la única diferencia de que nuestro conductor parece no temerle a los límites de velocidad.

Me había quedado completamente dormida hasta que pude sentir que el carro se detuvo, abrí mis ojos y estábamos estacionados frente a un enorme edificio. Traté de moverme pero todo el peso de Luke cayó sobre mí.

— ¡Hemos llegado! —Aqua y Calum canturrearon, escuchándose como una pareja que adora la música góspel.

Luke se removió, tratando de abrir sus ojos.

—Buenos días, pequeños dormilones —Ella nos saludó, sonriéndonos a ambos. — ¿Qué tal ha estado el viaje?

—Me duelen las nalgas —Luke se quejó, sobando sus ojos. — ¿Has dormido algo?

Calum asintió.

—Cambiamos a medio camino —Nos indicó. —Conducirán ustedes la próxima vez.

Nos bajamos del automóvil luego de una corta conversación y les enseñamos algunos papeles, indicándoles que teníamos una reservación. Estaba al tanto de que las habitaciones no serían la gran cosa y que tal vez debamos compartirla con Aqua y Calum, evitándonos todo tipo de contacto sexual... pero daba igual, por un momento quería pretender que mi vida no era la de una muchacha de veintitrés años que tuvo un golpe de suerte y consiguió algo de dinero luego de un increíble esfuerzo.

Me llevé la gran sorpresa de que nuestra habitación era inmensa, contaba con una pequeña sala de estar, dos habitaciones continuas con una perfecta vista a la ciudad de Las Vegas y un baño bastante vistoso; pero había un gran problema... había una sola cama king-size y dos individuales. Todos parecían estar en shock por aquello, pero tenía un haz bajo la manga.

—Es momento de escoger —Calum murmuró, mirando a Luke. — ¿Cara o cruz?

—Piedra, papel o tijera —Aqua le sugirió, consiguiendo que el moreno cambiara de opinión. —Yo jugaré por ti.

—Sólo lo haces porque eres buena en eso —Luke se encogió de hombros. — ¿Quieres jugar por mí, princesa?

—Sí, no tengo problema con eso —Musité.

Dejé salir un suspiro y me preparé, observándola directamente a los ojos. Ella escogió piedra y yo escogí papel, ella optó por papel y yo opté por piedra... hasta ahora era un empate, un simple punto a ganarlo todo o perderlo. Tomé una bocanada de aire y sonreí de lado, Aqua optó por tijera y yo escogí piedra. Había ganado, pero no podía tener sexo con Luke de todas maneras.

— ¡Esa es mi chica! —Luke exclamó, besuqueándome.

—Espera —Murmuré, evitándome soltar una carcajada. Ahora mismo sentiría mucha pena por Luke y por sus necesidades sexuales. —Será mejor que ustedes se queden con la cama... a nosotros no nos servirá para nada. No podremos tener sexo al menos hasta el sábado.

—Dios te bendiga, Cleo Fitzgerald —Calum canturreó, abrazándose a mí. — ¡Tenemos la cama para nosotros dos!

— ¡Alto! —Luke nos interrumpió, apartando bruscamente a Calum. — ¿Por qué dices que no podremos tener sexo hasta el sábado? ¿Tendremos un día específico por semana? ¡Es miércoles, Cleo! ¡Es muy cruel que me hagas esperar!

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora