016.

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Después de pasar más de cinco horas festejando el año nuevo con muchos de los huéspedes del hotel, Luke y yo decidimos regresar a nuestra habitación para tener un momento a solas y 'comenzar el año nuevo de una buena forma'. O, al menos, eso fue lo que él me dijo.

Luke estaba muy ebrio, había bebido más de lo que lo había hecho en toda la semana que pasamos aquí; estaba balbuceando cosas sin sentido, me besuqueaba en público y frente a sus padres... incluso le propuso matrimonio a un chico que llevaba una camiseta de Iron Maiden. Actuaba de una forma divertida pero me agradaba más su versión seria.

— ¿Sabes que me haría feliz? —Soltó, cerrando la puerta con seguro. Negué con mi cabeza, indicándole que no estaba segura de qué responder. —Me haría feliz que te vistieras de diablita y dejaras que te folle...

— ¡Daddy! —Me quejé, sonrojándome. —Estás ebrio, ¿Seguro que quieres que hagamos esto ahora? Podemos dejarlo para mañana.

—Nunca puedes obligarme a dejar esto para mañana —Bramó, deslizando mi vestido hacia abajo. —Me gusta tu ropa interior, ¿Ese sostén es nuevo? Nunca antes lo había visto en ti... realza tus tetas.

Dejé salir una risita, desabotonando su camisa con desesperación. Luke me empujó hacia la pared, acorralándome contra esta de un rápido movimiento. Lo besé con delicadeza, acariciando su pecho con la yema de mis dedos; él se apartó de mí, repartiendo chupetones por mi cuello bajando hasta la copa de mis pechos.

Daddy me tomó de las caderas, levantándome del piso. Enredé mis piernas alrededor de su cintura sin apartarme de sus besos, Luke me golpeó rudamente contra la pared mientras su lengua recorría mi clavícula, me indicó que me aferrara con fuerza a su cuello y no lo soltase por ninguna razón en el universo. Debía admitir que me sentía segura con él, sentía como si nada pudiera acabar conmigo... nadie más que no fuera él. Él se quitó los pantalones, dejándome sobre el piso.

Me coloqué de rodillas y una sonrisa iluminó su rostro, deslicé el elástico de sus bóxers con mis dientes para finalmente bajarlos. Estiré un poco más mi espalda, rodeando el miembro de daddy con mis manos. Dejé que éstas se deslizaran de arriba hacia abajo, rozando mi lengua en la punta del pene de Luke; él me observó con una expresión que demostraba que estaba disfrutando de esto más que nada. Traté de meterlo un poco más dentro de mi boca, consiguiendo que él gimiera.

Luego de un 'exitoso trabajo' según Luke, me dejó caer sobre el colchón enredando sus manos alrededor de mi cuello mientras se introducía en mí de manera brusca. Nunca antes esperé que Luke hiciera aquello, ni mucho menos que no fuera a molestarme en lo absoluto... pero en cuanto sus embestidas se hicieron más bruscas, su mano parecía aferrarse con más fuerza a la zona; estaba perdiendo el aire, necesitaba respirar pero no podía decirle que se detuviera. Mi voz casi no salía.

—Daddy —Chillé, empujando sus manos lejos de mi cuello. —N...necesito respirar. ¡No me dejas respirar!

Él se disculpó conmigo, moviéndose con más lentitud, su respiración estaba agitada y parecía no querer detenerse. Sus ojos me observaban suplicantes, como si hubiera algo que no estuviera dándole por completo.

—Lo siento mucho, princesa —Jadeó, masajeando su pene frente a mí. — ¿Crees que podamos tratar de repararlo todo con una rusa?

Dejé salir una carcajada y negué con mi cabeza de manera divertida, no había forma en la que Luke Hemmings se sintiera satisfecho a la hora del sexo. Él colocó su miembro entre mis senos, sacudiéndose de manera rápida mientras mis manos trataban de que su polla no se escapara.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora