daddy ; luke hemmings [1]

020.

Luke y yo pasamos el resto de la tarde viendo películas, muchas eran demasiado antiguas y no estaba segura por qué pero habían llamado mi atención más de lo que esperaba. Luego de que mi barriga rugiera por comida, él llamó al restaurante de comida tailandesa que se encontraba a unos pocos metros y a los minutos, ya teníamos nuestra deliciosa comida. Se sentía como si él estuviera tomándose el tiempo para conocerme mejor con sus estúpidas preguntas y aquellos juegos de palabras que sólo podían quedarle bien a alguien como Luke Hemmings.

— ¿Cuál es el país con el que siempre has soñado? —Interrogó mientras metía más fideos a su boca con los delgados palillos, él parecía tener mucha experiencia en esto. —Siempre me ha gustado Corea del Norte, ¿Sabes? Pero me encanta vivir aquí, no hay nada de lo que pueda quejarme sobre mi país natal.

—Bueno... —Me tomé un buen rato para pensar en una respuesta, la verdad es que yo no soy una persona que toma decisiones con facilidad. —Si tuviera que elegir un país para vivir probablemente sería Norteamérica, adoro que los americanos sean tan orgullosos y patriotas.

— ¿Sólo por eso? —Luke frunció el entrecejo, quizás esperaba una respuesta más extensa y elaborada pero no estoy apta para pensar en algo complejo en estos momentos. — ¿Cuál es tu color favorito?

—Hmm, ¿Por qué quieres saber todo esto? —Me reí, él se encogió de hombros. —Da igual, me agrada que seas así de atento. De hecho, mi color favorito es el...

—El rojo —Luke contestó por mí, tomándome por sorpresa. —Ya lo sabía, por cierto, mi color favorito es el negro.

— ¿Eso cuenta como un color? —Luke dejó salir una carcajada, coloqué mi mano debajo de mi barbilla sosteniéndome con esta. — ¿Por qué elegiste ser un policía? Creo que serías bueno en otros trabajos.

—No sería bueno en ningún otro trabajo —Se quejó, chasqueando su lengua repetidamente, generando un sonido un tanto molesto. —No puedo imaginarme haciendo otra cosa que no sea hallar al culpable de un crimen, no sabes cuánto disfruto verlos a los ojos mientras finjo que no sé que ellos han sido quiénes las mataron... no tienes una idea de la satisfacción que obtengo cada vez que una de esas personas es enviada a juicio y castigada por los crímenes que han hecho, sancionados correctamente.

—Eres muy profundo cuando te lo propones —Comenté con una enorme sonrisa en el rostro. —Creo que eres el mejor en tu trabajo, Luke. Y eso habla mucho de ti, eres un buen hombre al ayudar a personas que ni siquiera conoces a averiguar quién fue el culpable del asesinato de sus hijos, abuelos, padres, hermanos, novios, esposos, etcétera.

—Necesitas más que la simple razón de querer hacer algo bueno por el prójimo —Luke soltó, su mirada de repente parecía estar perdida, sus ojos azules miraban a la nada misma. —Cuando mi profesor nos daba cátedras en la universidad, siempre mencionaba que debes encontrar una razón para querer ser buena persona; siempre nos hablaba sobre cuán importante es tratar de impresionar a alguien que amas para motivarte, pero yo estaba cansado de impresionar a los que más amaba... estaba cansado de aburrirlos con cosas relacionadas al trabajo. Todos esperaban que fuera como Jack o Ben, algún tipo de ingeniero, contador o físico matemático experto en números.

— ¿A quién quieres impresionar, Hemmings? —Pregunté, aquello me había sorprendido. —Al primer momento en el que tú y yo hablamos, me dijiste que debía escoger una carrera que amara, me dijiste que debía hacer algo que me pareciera interesante.

—No quiero impresionar a nadie, Cleo. Creo que no has comprendido lo que trataba de decirte, a decir verdad, lo único que quiero que comprendas es que siempre hay una razón que haces que llegues a algo que probablemente amarás en el futuro —Se explicó, fijando su mirada nuevamente en mí. —Cuando era pequeño siempre me intrigaba la muerte, siempre quería saber cómo era un cuerpo humano después de la muerte, quería saber qué se sentía ser un detective criminalístico. Y lo conseguí, ahora sé lo que se siente y me encanta el sentimiento que conlleva mi trabajo. Pero desde que estás en mi vida, en lo único que puedo pensar es en trabajar duro para impresionarte. Impresionar a una chica que ni siquiera es mi novia y probablemente no quiera serlo.