038.

2.2K 99 32
                                        

Luke había permanecido unas dos horas dentro del baño, con música de Justin Bieber a todo volumen a la vez que cantaba al tono más alto que su pobre voz podía alcanzar. No tenía problema en que él demorara mil horas en tomar una ducha o tal vez hacer popo, pero sí existía un gran problema llamado 'debo estar lista para la cena' y eso no me tomaría cinco minutos.

Golpeé la puerta, rogándole para que saliera y acabó obedeciéndome, cosa que jamás creí que fuera a ocurrir. Tomé una ducha, tratando de relajar todos mis músculos con el agua caliente; enredé mi cuerpo y cabello en una toalla y caminé hacia afuera, recibiendo un golpe de aire congelado porque Lukey había encendido el aire acondicionado una vez más.

—Hace mucho frío aquí dentro —Murmuré, restregando mis brazos para darme más calor. — ¡Tengo que estar lista en menos de una hora!

— ¡Qué tragedia! —Luke exclamó, burlándose de mí por algo que había sido su culpa. —Déjate eso, te ves bonita.

— ¿Qué tal si me quedo desnuda y le enseño a todo el mundo mis pezones? —Él me observó con el ceño fruncido, negando con su cabeza. —Mierda, odio el maquillaje.

—Siempre te he dicho que te ves bonita sin él —Luke insistió, acomodando el cuello de su camisa. Él se arrojó sobre el colchón, tomando su teléfono para jugar a Dios sabe qué tipo de juegos estúpidos. —Aquí podemos observar como pintaremos las paredes con todas esas brochas, nos pondremos un poco de la pintura en las manos para ensuciarnos primero así luego no tenemos que bañarnos. La mezclamos con otra para que no parezcamos vampiros y lo esparcimos por todo el rostro con nuestro dedito.

Dejé salir una sonora carcajada por su estúpida narración y proseguí con mi maquillaje.

—Ahogamos las bolsas debajo de nuestros ojos con mucha pintura, le añadimos un poco a nuestra pobre nariz y en la frente también para que no queden espacios sin ensuciar —Él continuó, haciendo una voz chistosa. —Tomas a Bob Esponja y lo usas para esparcir tu maquillaje, ahora tomas ese polvo blanco que podría ser cocaína. Oye, ¿Eso es legal?

—Eres un idiota —Dije entre risas, respirando con dificultad. —No es Bob Esponja... esto es un polvo transparente para fijar el maquillaje.

—Da igual —Él me sonrió, tomé una base en polvo un tono más oscura que mi piel para hacer la técnica del contouring y una de mis tantas brochas. —Ahora esparces ese polvo por tus mejillas, frente y nariz otra vez... para que no parezcas una muerta. Ahora pones esa cosa que hace que tus mejillas sean más rojas para camuflarte cuando alguien dice algo vergonzoso sobre ti. ¿Qué es eso? ¿Más corrector? ¡Claro que no, es base de labios! Estoy sorprendido por todas las mierdas que han inventado para quitarte el dinero fácil. Luego tomas una tableta de chocolate... oh, espera. ¡Es sombra de ojos! Coges un pincel y lo esparces por todo el parpado, mezclándolo con otro color para que tus ojos se vean más verdes y si no los tienes verdes... te mueres.

— ¡Harás que lo haga mal! —Solté, conteniendo mis carcajadas. —Eres muy chistoso cuando te lo propones.

— ¿Te cortas las pestañas? —Luke preguntó con asombro, revolcándose de la risa. —Dios, siento pena por ese pobre ojo. ¡Mira todo lo que lo haces sufrir al pobrecillo!

Me coloqué de rodillas, rebuscando dentro de mi maleta un vestido que me resultara agradable. Tenía dos simples opciones, un vestido azul de seda y uno sin mangas de color negro con pequeñas piedras brillantes del mismo color; opté por el segundo, teniendo en cuenta que sería una celebración nocturna acompañada por toda mi familia y amigos.

— ¿Estás lista? —Luke sonaba desesperado y algo molesto porque me tardé más de lo necesario, pero aún así se las ingenió para sonreírme. —Luces preciosa, princesa.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora