049.

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Desperté temprano en la mañana, aún nos encontrábamos en Las Vegas y mi cuerpo sabía lo que estaba próximo a ocurrir. ¡Es el cumpleaños de Luke! Así que no tuve mejor idea que comprar la ropa interior más sensual que podría existir y darle una sorpresa, y obviamente un delicioso pastel de cumpleaños. ¡No todos los días tienes el privilegio de cumplir treinta y tres años!

Sacudí su brazo, tratando de despertarlo y al notar que no estaba funcionando, decidí subirme sobre él para repartir besos por todas sus mejillas. Quiero que mi novio tenga el mejor cumpleaños que alguna vez tuvo, quiero que se sienta cómodo y que disfrute de todo esto como tanto se lo merece.

Sus bellos ojos azules se abrieron repentinamente, conectándose con los míos, Luke trató de procesar la información. Él movió sus manos hacia mis caderas, acariciándome a medida que correspondía a mis besos; traía una brillante sonrisa en su rostro y aquello me alegró muchísimo.

— ¿Por qué estás vestida así? —Preguntó, moviendo sus manos hacia mi trasero. —Dime que no estás haciendo esto porque besaste a alguien más...

—Shh... —Lo interrumpí, dejando salir una risita. — ¡Feliz cumpleaños, bebé! Estoy tan feliz de poder pasar un día tan importante como tu cumpleaños contigo, sólo quiero que te la pases bien.

—Con una vista así, ¿Quién no la pasaría bien? —Luke me besó, estaba repartiendo suaves caricias por toda mi anatomía mientras nuestros labios permanecían conectados con cierta torpeza. —Es el mejor regalo que alguna vez había recibido.

Comencé a sentir una presión debajo de mí, estaba sintiendo cómo Luke se ponía más y más duro debajo de mí. Él se movió, dejándome por debajo de su cuerpo en un intento por recuperar el control de nuestra vida sexual una vez más; sus manos tiraron de mis bragas a medida que yo me dejaba llevar.

Eché mi cabeza hacia atrás, clavando mis uñas sobre sus pectorales una vez que sus manos apretaron mis pechos, su tacto se sentía increíble... consiguió que mi piel ardiera debajo del delicado toque que sus dedos ejercían sobre ésta. Estaba sintiéndome como una virginal adolescente cada vez que él me hacía desear todo esto, quería gritarle que dejara de hacerme desear por todo esto.

Moví mis manos hacia sus caderas, acariciándolo, sabía que este era su punto débil y que lo haría caer rápidamente. Se escabulló hasta mi cuello, mordisqueando la zona, succionándola y relamiendo con su lengua sin cesar; Luke bajó sus bóxers y me colocó sobre él consiguiendo que lo montara. Estaba por anticiparme a él y recoger un condón pero me detuvo, entrelazando nuestros dedos a la vez que comenzaba a mover sus caderas en un vaivén.

Estábamos mirándonos a los ojos, a la vez que nuestros cuerpos chocaban, éramos una sola persona... una unidad. Cerré mis ojos, dejándome llevar por sus sacudones; podía sentir cómo se enterraba cada vez más y más profundo dentro de mí, cómo ambos sudábamos y respirábamos con dificultad por la excitación que ambos traíamos encima.

Podía imaginarme flotando sobre una nube cada vez que él me acariciaba con tanta ternura, podía imaginarme volando por encima del cielo más bello y azul que podría existir. Porque ese es el poder que Luke tiene sobre mí, me lleva a otra dimensión, me arrastra hacia lo desconocido, a lo que antes me causaba escalofríos. Gracias a él me convertí en lo que soy hoy en día, Luke me da fuerza, Luke me da alegría, todo lo que siempre necesité.

Dejé salir un suspiro, esbozando una sonrisa cuando noté que él había aumentado la velocidad de sus embestidas. Me sentí a punto de acabar, estaba a punto de alcanzar el clímax pero Luke parecía no querer detenerse, sus manos apretaban mis pechos sin vergüenza alguna.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora