daddy ; luke hemmings [1]

068.

Narra Luke:

En cuanto oí todas las palabras que ella derramó sobre ese papel para crear una pieza de arte como lo es esa canción, sentí muchas ganas de llevarla conmigo hasta el cuarto y llenarla de besos, abrazarla hasta que mis brazos se separen de mi cuerpo y deje de existir. Porque así es como me siento cada vez que Cleo Fitzgerald me habla bonito, tengo ganas de besarla y recordarle las múltiples razones por las que la he escogido por encima de las demás mujeres sobre la faz de la tierra.

La fiesta estaba marchando de maravilla, los invitados lo están disfrutando, hay muchísimo alcohol por todas partes, muchísima comida distribuida en cada rincón del salón y buena música que te obliga a querer mover el esqueleto. Arrastré a Cleo conmigo hasta la cabina de fotografía, en toda la noche no hemos tenido la posibilidad de utilizarla y pienso que ahora mismo sería un buen momento.

— ¿Qué deberíamos hacer? —Ella me interrogó, presionando la pantalla táctil mientras cambiaba los marcos. — ¿Cómo puedo tomar una fotografía?

Dejé salir una carcajada, besándola en los labios por enésima vez en la noche; jamás podré cansarme de la sensación que me trae Cleo con sus besos y comentarios, con sus caricias y cada uno de sus jadeos. No puedo dejar de pensar en todo lo que está por venirse para nosotros en la noche de bodas y la luna de miel, la cual organicé a la perfección para que podamos divertirnos sin ser interrumpidos.

Después de convencer a Keyla de que debía utilizar su tiempo libre para cuidar a mis hijos durante estas vacaciones de invierno (ya que mi madre decidió retomar su cargo como directora en una de las escuelas más prestigiosas de Sídney), no tuvo otra opción que acceder a quedarse con los gemelos mientras yo creo increíbles momentos con Cleo Fitzgerald en Bora-Bora.

Cleo me besó para la primera fotografía, mientras que en la segunda fuimos capturados sacando la lengua en un gesto bastante infantil, en la tercera ambos estábamos haciendo caras extrañas y en la última, nuestros hijos se sumaron, los cuales sonrieron sólo porque su madre les prometió un trozo extra de pastel.

—Ustedes son lo mejor que me ha pasado, chicos —Ella soltó, besando la frente de Eric quién observaba a su madre como si fuera un diamante en bruto. Créanme que el niño está en lo cierto, su madre es más valiosa que la gema más costosa sobre la tierra. —No sé qué sería de mí de no haberte conocido, Hemmo.

—La cosa es... no sé qué sería de mí sin ti, Cleo.

La rubia sonrió, besándome en los labios. Entrelazamos nuestros dedos, saliéndonos de la cabina fotográfica para retomar nuestra hora de baile; era incluso divertido ver como muchos de los invitados trataban de mantenerse en pie o comenzaban a hacer estupideces, consiguiendo que sus esposas o hijos les dijeran lo mucho que se avergüenzan al verlos en ese estado. Posiblemente en unos quince años más, yo esté en la boda de alguien más en un estado alcohólico deplorable y mis hijos se avergüencen de mí, entonces aprovecharé la ocasión y bailaré como idiota culpando al alcohol.

Ha sido una noche repleta de sorpresas, pero especialmente por parte de Cleo, quién me compuso una canción y preparó un emotivo vídeo con fotografías que retratan cada uno de los momentos que compartimos juntos, desde la cena en la que oficialicé nuestra relación, la navidad en casa de los Fitzgerald, el año nuevo en Bahamas, las vacaciones de Hawái en las que retomamos nuestra relación, el nacimiento de los niños y su último cumpleaños, hasta una semana atrás en la que tuvimos una cena-ensayo por la boda.

— ¡Buenas noches, damas y caballeros! —Keyla se subió al escenario, consiguiendo que el DJ detuviera sus magnificas canciones. —Mi nombre es Keyla Hemmings y soy la hermana del novio. Muchos de nosotros hemos trabajado duro los últimos meses para que esto sea un éxito y, está funcionando... pero no lo sería completamente si no tuviéramos la posibilidad de abrir algunos de los obsequios que han llegado para los novios.