daddy ; luke hemmings [1]

027.

Pude oír la voz de Luke llamándome, él estaba sacudiendo mi cuerpo para levantarme de mi profundo sueño. Abrí mis ojos lentamente encontrándome con él y su cabello húmedo, mirándome con una gran sonrisa; traía puesto un suéter negro y su chaqueta con mangas de cuero, se veía adorable.

— ¿Qué ocurrió? —Le pregunté mientras di una vuelta para tratar de ver qué hora era. —Son las tres de la mañana, ¿Qué pasa?

—Me han enviado a una misión especial —Él explicó. —Te lo diré todo en el camino, necesito que te vistas... podemos desayunar en el camino.

Traté de no hacerle preguntas, Luke suele tornarse sensible en cuanto le hablas de su trabajo. Él tiene cierto problema cuando se trata de hablar conmigo sobre el empleo o su rutina mientras no está a mi lado. Tomé unos jeans, un suéter y mi tapado, unos guantes y mi bolso para correr detrás de él.

—Espero no haberte asustado —Él soltó en cuanto nos subimos a su automóvil, me ocupé de encender la radio mientras negaba con la cabeza. —Sólo tenemos que ir al puerto de Sídney.

— ¿Por qué quieren que vayas al puerto? —Interrogué, abrazándome a mí misma por el frío que hacía dentro del carro. —No necesitabas que viniera contigo, hace mucho frío y es muy temprano. Mi rostro se verá horrendo mañana por la mañana.

—Eres preciosa aún con cara de muerta —Rió, sosteniendo mi mano. —Cleo, ¿Sabes qué día es hoy?

— ¿Siete de junio? —Solté, aquello había sonado más como una pregunta que como una afirmación. — ¿Qué tiene que ver?

—Dios mío, no sé si eres estúpida o estás dormida —Él rió, se mantuvo en silencio por un largo rato, incomodándome. Luke me pidió que bajara del automóvil y que tratara de mantenerme quieta. —Sígueme, no hagas mucho ruido.

Pude ver que había un barco anclado cerca de nosotros y él estaba dirigiéndose hacia allí, por un momento sentí que algo andaba mal... algo no encajaba del todo. O él está tendiéndome una sorpresa porque quiere asustarme o él está siendo dirigido a una trampa mortal para ambos.

— ¿Calum? —Luke gritó y una de las luces de la embarcación se encendió, oí el ruido de una grúa y en medio de la oscuridad me fue imposible distinguir de dónde provenía. — ¡¿Estás ahí, imbécil?!

—Aquí estoy —El otro respondió, Luke me empujó hacia atrás. —Puedes entrar, tienes las llaves dentro. ¡Estaré allí en un instante!

Luke me jaló dentro del inmenso barco, ¿Cómo era posible que Calum fuera propietario de un navío tan grande como éste? Pensándolo bien tal vez sólo tenía un trabajo aquí como encubierto para capturar a algún maleante. Encendió el interruptor de la luz y el cuarto se iluminó, estábamos en la bodega del buque; había muchos automóviles estacionados aquí abajo. ¿En qué se ha metido Luke?

—Ven aquí —Él ordenó, guiándome hacia el precioso lamborghini negro mate. — ¿Alguna vez has estado en uno?

Negué con mi cabeza, abrió la puerta para mí.

— ¿Ves todos estos automóviles?

—Claro que puedo verlos —Contesté con obviedad, consiguiendo que él soltara una carcajada. — ¿De quién son todos estos autos?

—Son míos —Replicó él con una enorme sonrisa. —Mi amigo acaba de traer aquel Ferrari de Italia... ¿Sabes por qué?

—Deja de hacerme preguntas cuando no sé la respuesta —Me quejé. — ¿Qué está pasando? ¿A quién le has robado para conseguir todo esto?