034.

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Bajé por las escaleras con algo de vergüenza, de estar en casa o rodeada por mi familia, no hubiera tenido problema alguno en vestir estos pijamas navideños... pero debo admitir que son bonitos y me resultan más cómodos a la hora de dormir. Alex estaba en la planta baja junto a su familia, todos estaban rodeando al árbol de navidad mientras bebían una taza de café.

— ¡Buenos días! —Laura, la hermana de Alex chilló en cuanto me vio. Sobé mis ojos, obsequiándoles una sonrisa. — ¡Ven, estábamos esperando por ti!

—Buenos días —Respondí, tomando el lugar libre junto a mi novio. Besó mi mano y yo deposité un beso en su mejilla. —Feliz navidad.

—Feliz navidad, preciosa —Alex dijo con emoción. —Creemos que es descortés abrir los regalos sin tenerte aquí así que podemos hacerlo.

—Yo iré a prepararle algo de café —La señora Schwartz nos indicó, pero traté de detenerla diciéndole que aquello no era necesario. —Claro que lo es, eres mi invitada y la novia de mi hijo... ¿Cómo podría ser descortés cuando tú te comportas increíble con Alex?

Le sonreí en modo de agradecimiento, ellos comenzaron a abrir todos los presentes con mucha emoción. Me coloqué de rodillas, buscando entre todas las bolsas alguna que tuviera mi nombre en ella. Las cinco estaban abrochadas entre sí con un pequeño gancho, me tome mi tiempo y las separé destrozando el envoltorio.

La hermana de Alex se había encargado de obsequiarme unas cuantas chucherías, entre las que se destacaban un bote repleto de dulces y otro repleto de chocolates. Sus padres me habían dado un bonito bolso y un perfume de la marca francesa Chanel. Alex me dio un jersey similar a uno que él solía tener el primer año de nuestra relación entre otras tantas prendas de ropa que me encantaron. Había otro regalo de su hermana el cuál era una blusa y finalmente la última bolsa, era pequeñita y parecía ser de cartón resistente. La abrí con sumo cuidado y abrí mi boca al ver la caja de color índigo.

— ¿Qué es esto? —Le pregunté a Alex, él me miró a los ojos y sonrió.

—Ábrelo, va a gustarte mucho —Obedecí, abriéndola para encontrarme con un precioso collar con pequeños diamantes.

—Mierda, mis regalos no se comparan en lo absoluto con todo esto —Exclamé, enredando mis brazos en su cuello para luego plantar un beso en sus labios. —Muchas gracias por todo esto, no sólo te estoy hablando a ti... también me refiero a todos ustedes, se han comportado súper amables conmigo durante mi corta estadía en Ámsterdam.

—Muchas gracias por los regalos —Laura exclamó con alegría. — ¡Me encantan! He visto esta blusa unas semanas atrás e iba a comprármela... muchas gracias.

Luego de unos cuantos agradecimientos, la madre de Alex me extendió una taza repleta de café y le gratifiqué con una sonrisa, esperé a que se enfriara para luego comenzar a beberlo. No sé por qué motivo o razón, yo había comenzado a sentirme mal y mi estómago rugió.

Pude sentir la bilis subiendo hasta mi garganta, tapé mi boca y dejando el tazón sobre la mesa, corrí hacia el baño de la planta alta a toda velocidad para expulsar aquello. Me sentía terrible, no podía dejar de vomitar y mi cabeza daba vueltas. Oficialmente es la peor navidad que he pasado.

— ¿Estás bien? —Alex me preguntó mientras sostenía mi cabello, asentí mientras escupía. Limpié las lágrimas que habían caído al momento de hacer fuerza para dejar salir aquella porquería que llevaba dentro. —Cleo, claro que no estás bien. Deberíamos ir al hospital por ayuda.

—Estaré bien —Insistí, recogiendo mi cabello en una coleta. —Tal vez haya sido algo que comí ayer, no quiero decir que la comida de tu madre haya estado fea es que comimos demasiadas cosas juntas.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora