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Traté de perseguir a Luke, pero él estaba más cabreado de lo que realmente me esperé. Solté un suspiro y le indiqué a mi madre que chequeara a los niños si alguno llegaba a llorar, necesitaba ir por mi gigantesco bebé para disculparme por la incómoda situación que debió vivir allí abajo después de leer esa horrenda nota. Subí las escaleras y me encontré con un despistado Luke, con la vista perdida en el océano, sus labios ejercían presión el uno sobre el otro y su ceño estaba fruncido.

Posicioné mi mano sobre su espalda, repartiendo suaves caricias con la ayuda de mis dedos. Dejé un beso sobre la tela de su camisa, apoyándome sobre su hombro en un intento desesperado por evitar que él se cabree mucho más conmigo.

—Lo siento mucho, ¿Sabes? No tienes motivo para enfadarte, eso forma parte de mi pasado, te lo he contado todo —Inicié, hablándole con suavidad. Nuestros ojos se conectaron por unos extensos segundos. —Tú eres el padre de mis hijos, eres con quién quiero vivir el resto de mis días... con el único que estaré hasta que muera.

—Esas son mentiras —Él bufó por lo bajo, dando unos cortos pasos hacia atrás. —Cleo, sólo puedo decir que te pedí que te casaras conmigo unos meses atrás y pareció que acababas de ver una especie de fantasma. Lo único que siento es que tú no quieres casarte conmigo porque no crees que sea lo que tú necesitas en tu vida.

Volqué mis ojos.

Definitivamente estoy asustada, no quiero que nuestra relación acabe siendo como las tantas que ha tenido mi padre. Quiero creer que no tendré su misma mala suerte, quiero creer que viviré feliz por el resto de mis días acompañada por Luke y por nuestros hijos. Pero es momento de tomar la iniciativa, proponerle que se case conmigo lo más rápido posible, tener una celebración gigantesca con todos nuestros familiares, amigos y conocidos... tener a todas las personas que más amamos.

—Cásate conmigo, entonces —Exclamé, consiguiendo que él me observara con el entrecejo fruncido. —No es muy difícil, ¿O sí? Esperamos unos cuantos meses hasta que los doctores permitan que los niños viajen por largos periodos de tiempo y casémonos en Bora-Bora. Tengamos dos semanas de celebración, hagamos una enorme fiesta en Australia con todos nuestros familiares. Hagamos de esto algo inolvidable, una experiencia increíble de la cual todo el mundo se acuerde...

— ¿Estás bromeando, no es así? —Él interrogó, dejé salir un suspiro de frustración. —Si no estás bromeando, déjame decirte que no me casaré contigo por lástima.

— ¡¿Estás jodiéndome?! —Gruñí, cruzándome de brazos. — ¿Sabes qué, Luke? Ve a recoger a tu ex del hospital mental y cásate con ella, ten gemelos con ellas si eso es lo que quieres. Pero no vuelvas a hablarme, estoy harta de rogarte.

— ¿Rogarme a mí? —Luke habló en un tono burlón. — ¿Sabes qué, Cleo? Quizás sea lo mejor para los dos, quizás todo lo que hemos estado necesitando es alejarnos el uno del otro.

— ¿Estás hablándome en serio? —Fruncí mi ceño, presionando mis ojos para evitar que las lágrimas se deslicen por mis mejillas. —Haz lo que quieras, no continuaré involucrándome con alguien que no me quiera.

Él comenzó a reír como un desquiciado, me envolvió entre sus brazos y comenzamos a dar vueltas en el aire. Chillé, suplicándole que me bajara porque estábamos muy cerca del borde y si llegara a caer desde aquí no podría vivir para contarlo con las gigantescas olas que estamos teniendo en la ciudad.

—Fue una broma, tontita —Él se rió, besándome en los labios con lentitud. —Te amo, Cleo. Jamás diría que necesitamos mantenernos alejados porque todo lo que necesito para subsistir eres tú. Obviamente quiero casarme contigo, quiero que tengamos la mejor fiesta, la mejor luna de miel y que no sólo pueda disfrutarlo contigo si no con nuestros hijos y con quienes más amamos.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora