daddy ; luke hemmings [1]

032.

Narra Cleo:

Desperté gracias a que el sol ingresaba por la ventana, Alex estaba a mí lado con su cabeza sobre mi pecho, sus brazos estaban alrededor de mi cintura y traía la boca levemente abierta. Me separé de él y antes de que pudiera hacer otro movimiento, tenía sus brillantes ojos azules abiertos y miraban en mi dirección. Le obsequié una sonrisa, inclinándome para besarlo en los labios.

—Buenos días, bebé —Susurré, colocándome su camiseta; sólo llevaba mis bragas azules puestas. — ¿Cómo has dormido?

—Mucho mejor que ayer —Él respondió, estirándose sobre el colchón. Floyd saltó sobre la cama, moviendo su colita con alegría.

—Buenos días, Floyd. ¿Cómo está mi bebito? —Canturreé, acariciando su dorada cabellera. —Eres una ternura, ¡Sí! ¡Sí lo eres!

Alex soltó una carcajada, abrazándose a mí mientras dejaba unos besos en mi brazo.

—Te tengo una sorpresa —Él exclamó, buscando su laptop dentro de la mesita de noche. —Como bien sabes... la próxima semana antes de navidad estaré dando una serie de conciertos en Ibiza y yo me preguntaba si tú...

—Dijiste que pasaríamos navidad en Ámsterdam con tus padres —Comenté, interrumpiéndolo de repente. — ¿Quieres que viaje contigo a Ibiza y luego nos marchemos a Ámsterdam?

—Exacto —Él sonrió, enseñándome unas fotografías de la casa en Ibiza en la cual nos hospedaríamos. —Y luego viajaremos a Hawái para pasar año nuevo con toda tu familia, tal como acordamos. No hay cambios en nuestros planes, serán solo unas vacaciones antes de navidad.

—Está bien —Concluí con una media sonrisa. —Pero llevaré a Sam conmigo porque le prometimos que lo llevaríamos a uno de tus conciertos.

—Puedes traer a Ethan y su novia si quieres —Mi novio soltó, acariciando mi mejilla. —Muchas gracias por acompañarme, no hay nada más importante en el mundo que mantenerte junto a mí.

—Sabes que adoro viajar contigo, siempre todo es muy divertido —Dije mientras lo miraba a los ojos. — ¿Quieres algo para desayunar?

— ¿Realmente cocinarás? —Asentí con mi cabeza. —Quiero panqueques, hace mucho calor... ¿Irás al gimnasio?

—Luego de desayunar, ¿Vendrás conmigo, no es así? —Alexander movió su cabeza, indicándome que gozaría de su compañía. —Estaré en la planta baja, si necesitas algo llámame.

[***]

La empresa para la que me encuentro trabajando actualmente, suele brindarles a sus empleados algunos regalos costosos para las fiestas y lo que me ha tocado a mí ha sido un hospedaje de una semana en un hotel cinco estrellas en Las Vegas. No estaba muy segura de que vaya a utilizarlo así que decidí dárselo como obsequio a mi hermano mayor, Ethan.

Todos parecíamos emocionados por salir de la ciudad antes de navidad, todos los Fitzgerald queríamos correr lejos de la ciudad que una vez juramos amar. Pero luego de lo ocurrido con Luke, me avergonzaba de mí misma, me avergonzaba de ser tan hija de perra para no poder decirle la verdad a una increíble persona como Alexander. ¿Cómo es posible que alguien soporte años sin decirle la verdad a alguien? Han pasado horas y yo me siento a punto de ebullición.

Luego de la típica rutina mañanera; darme una ducha, desayunar en compañía de Alex mientras las mucamas se encargan de limpiar la casa, ir al gimnasio juntos y luego por algo para almorzar. En cuanto regresamos a la casa, me encargué de invitar a mis hermanos a venir a cenar esta noche a mi casa.