Narra Luke:
Ella atraviesa la habitación, su atuendo consiste de un suéter blanco, aquellos oscuros vaqueros que se ajustan perfectamente a sus delgadas extremidades, unas botas por encima de los tobillos y, su chaqueta de cuero recubierta con piel. Hay un agradable gorrito de lana blanca decorando su cabellera rubia, su pequeña barriga a penas puede notarse debajo de tanta ropa, está tratando de tranquilizar a uno de los gemelos mientras el otro está siendo tranquilizado por Zirah. Samuel y Aaron hacen unas señas que me obligan a reír, estos muchachos no tienen una mínima idea de lo difícil que ha sido cuidar a dos diablillos como Eric y Matheo.
Este año reunimos a nuestra gigantesca familia en la ciudad de Aspen, en Colorado. Por primera vez en muchos años, los Hemmings, pasaremos las navidades rodeados por nieve y vientos helados, pero jamás está mal visto probar nuevas alternativas. Los Fitzgerald, por su parte, parecen estar descubriendo América cada vez que ven un pequeño copo de nieve cayendo del cielo y aquello resulta divertido.
Ben toma una pequeña cantidad de nieve entre sus manos y se la extiende a James, su único hijo, el cual se encarga de agruparlas junto al resto. Sus ojos están fijos sobre Jack, quién acaba de golpear su nariz con una gigantesca bola de nieve; dejo salir una risotada al observar como mis hermanos se golpean mutuamente, obligando a sus pobres hijos a crear más para que así puedan continuar con su estúpido duelo. Mis hermanos notan aquello y, me convierto en su nueva víctima.
— ¡Come nieve, Lucrecio! —Ben chilla en cuanto arroja una gigantesca bola hacia mí, trato de esquivarla pero sólo consigo que golpee mi rostro. Mis hermanos continúan riéndose como desquiciados hasta que los Fitzgerald se dignan a ayudarme, Benji estampa su bola de nieve sobre la frente de Jack y Samuel está encargándose de Ben. — ¡Eso es trampa! ¡Ayúdanos, Keyla!
Mi hermana vuelca sus ojos y continúa conversando animadamente junto a Cleo, Zirah, Riley, Scarlett, Celeste, Perrie, Jennie (la nueva novia de Aaron), mi madre y Evie. Jack alza sus manos, reclamando una tregua mientras Sammy y yo estallamos en carcajadas ante su cobardía; mi hermano camina apresuradamente hacia Celeste y su pequeña hija.
— ¡Maldita sea! —Aaron gruñe por lo bajo mientras tratamos de seguirle el paso a las chicas dentro del gigantesco supermercado, él tiene la mirada fija en unas personas bastante sospechosas que fingen estar interesadas en las verduras. Deja salir un suspiro y le hace unas señas a Samuel, haciendo referencia a sus gigantescas cámaras. —No puedo creer que los paparazis estén persiguiéndonos incluso en navidad.
— ¿Deberíamos hablar con ellos? —Sam frunce su ceño. Me encojo de hombros y asiento con mi cabeza, quizás pueda convencerlos para que respeten nuestra privacidad y de no ser así, entonces no tendré miedo de llamar a la policía. —Yo iré, estoy harto de que siempre anden detrás de nuestra familia.
—Mejor iré yo —Ethan nos interrumpe, tomándome por sorpresa. El mayor de los hermanos Fitzgerald se hace paso entre la multitud y, con toda la calma del mundo, le pide a aquellos imbéciles que respeten nuestra privacidad. Estoy sorprendido de que las chicas no hayan notado ningún tipo de movimiento extraño, pero estoy seguro de que Zirah y Cleo hubieran reaccionado de la peor manera posible debido a sus alborotadas hormonas.
El rubio regresa con una triunfante sonrisa en su rostro, sus brazos están cruzados y puedo notar que ha convencido a aquellas horribles personas para que nos permitan disfrutar de nuestro espacio personal.
— ¿Y bien? —Curioseo, viendo a Cleo con una boba sonrisa en mis labios. — ¿Qué te han dicho?
—Que ese es su trabajo y continuarán tomándonos fotografías aunque no lo queramos —Él responde, encogiéndose de hombros. —Pero les he dicho que si llego a verlos una vez más, llamaré a la policía. Están aquí por Sam, Zirah, Aaron, Jennie y Cleo... ¡Estaban tomando muchas fotografías de mi hermanita!
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daddy ; luke hemmings [1]
Fanfiction❝-Yo seré tu peor pesadilla si no haces lo que te digo -Murmuró de la forma más calmada del universo, como si aquello no significara nada para él. -Te daré lo que quieras, puedo hacer que toques el cielo con las manos... pero no tendré miedo de hace...