035.

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Volqué mis ojos, ¿Cómo era posible que Keyla y Arlette estuvieran discutiendo con Olivia y Jade por cuál de todas ellas se lleva mejor conmigo? Esto parecía algo irreal, una escena de película adolescente en el cual las porristas se pelean con otras porristas por quién tiene el poder en la escuela... sólo que esta vez yo era el trofeo.

— ¡Cleo se lleva mejor con Olivia y conmigo! —Jade gritó, me coloqué en medio de ambas tratando de separarlas.

—Chicas, por favor —Gruñí, colocando mis manos sobre el pecho de Keyla quién parecía querer golpear a Jade. —Esto parece una pelea de colegialas, deténganse ahora mismo. Todas somos amigas, no hay por qué pelearse... juntas vivimos experiencias distintas, a cada una la conozco de un lugar distinto y me extraña que mujeres tan inteligentes discutan por algo sin sentido alguno. Todas son mis mejores amigas y las amo a todas por igual.

— ¡Pelea de chicas! —Samuel gritó, entrando a la habitación con Alex y su amigo Alan. Los tres parecían estar ebrios y caminaban con dificultad, tambaleándose de costado. — ¡Voto por Olivia! Que estás rica mamasita.

Dejé salir una sonora carcajada, al punto de llorar de risa.

— ¡Ese español me encanta! —Alex chilló, abrazándose a mi hermano menor. — ¿Sabes por quién debimos haber brindado? Por Cleo, por sus enormes pechugas y por todo lo bueno que viví con el amor de mi vida. ¡TE AMO, CLEO!

Él corrió hacia mí, tomándome entre sus brazos y levantándome en el aire mientras me besaba apasionadamente. Le grité que me dejara sobre el piso, es increíble que Alex estuviera ebrio cuando sólo faltan dos horas para cenar.

—Toma una ducha y quítate la borrachera que traes encima —Lo regañé, estaba segura de que si mi padre lo veía así de ebrio se cabrearía mucho. —Si mi padre te ve así, va a enfadarse contigo y mucho peor porque tienes a Sam contigo.

—Fui por mi propia voluntad —El rubio se quejó. —Alex sólo me ayudó a ahogar mis penas.

—Ow, el pequeño Fitzgerald está triste porque no tiene una novia —Keyla murmuró, agudizando su voz. —Muy pronto conseguirás una novia, pequeñín. ¡Nunca te rindas!

—No quiero nada —Sam bufó, cruzándose de brazos. —Estoy harto de ser un fracasado.

—No eres un fracasado —Volqué mis ojos, empujándolos hacia afuera de la habitación. —Y si nos permiten, estábamos en medio de una sesión embellecedora.

—Esta es mi habitación —Alex se quejó, volqué mis ojos y lo dejé entrar nuevamente. — ¡Te veremos en la cena, Sam!

Keyla recogió su cabello en una coleta, acomodándose sobre Jade quién la abrazaba con fuerza. Cualquier persona que presenciara esta escena podría creer que ella son una pareja de lesbianas pero estarían totalmente equivocadas porque Keyla tiene un novio a no ser que en un futuro comience a interesarse en las mujeres.

— ¿De dónde salieron todos estos productos extraños? —Olivia me preguntó mientras husmeaba dentro de mi bolso de cosméticos. Allí dentro podrías encontrar una variedad mezclada de maquillaje y productos asiáticos que compré pocos meses atrás. —Mierda, ¿¡Por qué alguien usaría todo esto!?

—Ella sólo gasta mi dinero —Alex respondió por mí. — ¿Crees que ella utiliza todos esos labiales? Siempre que la ves, está llevando el mismo color.

Mis amigas soltaron una sonora carcajada, fruncí el ceño mientras trataba de negar lo que Alexander acababa de decir. Cuando mi novio se emborracha se convierte en una persona totalmente diferente, un imbécil que no piensa antes de actuar. Oímos el teléfono de Keyla sonar y ella replicó con rapidez, poniéndolo en altavoz.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora