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Mi novia y yo decidimos darle un recorrido a la ciudad y revivir nuestros gloriosos días, en los que éramos sólo ella y yo contra el mundo, en los cuales no existía ningún tipo de preocupación, en los cuales podíamos pasar nuestras noches acurrucados sin temor a ser sorprendidos. Pero esta es la vida que he escogido y todos necesitamos madurar, así que si yo a mis treinta y tantos no consigo madurar y convertirme en el hombre que Cleo Fitzgerald necesita en su vida... prefiero morirme y que me echen al fuego.

Nos dimos unas vueltas por el Disneyland y muchísimos recuerdos vinieron hacia mí, como aquella vez que fuimos a Miami junto a Aqua y Calum. No hay dudas de que amaría tener a los gemelos aquí con nosotros, porque sé lo mucho que amarán este tipo de coloridos y atracciones... pero trataré de pasármelo increíble con Cleo y Zirah.

—Quiero mi foto con esa rueda —La castaña chilló, extendiéndole su gigantesco teléfono a Cleo. ¿A caso soy el único imbécil que continúa teniendo un mugroso iPhone 6 porque piensa que son los mejores?

— ¡Sonríe! —Cleo le ordenó, tomándole unas cuantas fotografías a Zirah. — ¡Ahora tómame unas a mí! Quiero mi foto con Luke.

Me coloqué a su lado, enredando mis brazos alrededor de su cintura y ofreciendo mi mejor sonrisa a la cámara. No puedo explicar lo bellísima que se ve Fitzgerald este caluroso día de abril, con aquellos leggings con algunas transparencias por debajo de las rodillas, aquel top oscuro, su bolso de Chanel y su adorable coronita. Si esto no es amor, alguien necesita explicarme por qué demonios no he dejado de sonreír desde que compró aquella tiara.

— ¡Estamos en Disney, Estamos en Disney! —Zirah y Cleo canturreaban al unísono, ambas iban de la mano y dando pequeños saltitos, festejando su primera vez en este parque de atracciones. Cleo me detuvo, enrollándose alrededor de mi cuello.

— ¡Necesitan tomarse una fotografía frente al castillo! —La novia de Samuel sugirió, obligándonos a posar como las típicas y aburridas parejas de Instagram. Pero, Cleo y yo tuvimos una mejor idea en la cual ella me subía a sus brazos y nos dábamos un beso como en cualquier fotografía de recién casados. — ¡Es por esto que Fitzemmings es mi pareja favorita! ¿Usted lo puede creer, señora? ¡Son preciosos!

Una regordeta mujer que pasaba por allí, se rió ante las palabras de Zirah quién nos obligó a permanecer así por un largo tiempo. Las piernas de Cleo comenzaron a temblar y, para nuestra suerte, ella ya había capturado el momento y muy pronto estaría en todas mis redes sociales; pero no puede faltarme aquella fotografía en la que estoy abrazado a mi chica, dándole un beso en los labios y demostrándoles a todos los demás, lo afortunado que soy al tenerla conmigo día a día.

— ¿Saben? En cuanto Sam esté de regreso de su terapia, podríamos hacernos una escapada a Cancún y pasárnosla de lo mejor —La ojiverde sonrió, abrazándose un poco más a Cleo y a mí. —Quiero que todos nos volvamos locos, quiero borracheras y fiestas alocadas. Verlos a ustedes así de felices me hizo recordar lo mucho que extraño a mi bichito de luz, toda la falta que me hace y las ganas que tengo de verle.

—Eso pasará, Zirah —Mi chica plantó un beso en su mejilla, consiguiendo que su sonrisa aumentara más y más. —Pronto, cuando menos lo esperemos, los doctores dirán que Sam está apto para regresar a su antigua vida y volveremos a tenerlo junto a nosotros, alegrando nuestros días y llenándonos con sus comentarios punzantes a toda hora.

— ¿Sabes? A veces creo que hay ciertas personas que llegan para cambiarlo todo en tu vida, para ponerla patas arribas y hacerte mejor persona —Zirah comenzó a hablar, noté que sus ojos comenzaban a aguarse y me esperé una escenita pero se mantuvo al margen. —Y ustedes son esas personas para mí, ustedes dos, Samuel y el resto de los Fitzgerald me han hecho formar parte del grupo familiar más alocado que conozco. ¿Saben lo que sería de mí ahora mismo sin todo su apoyo moral? No cualquiera dejaría a sus hijos por acompañar a alguien que ni siquiera es de su propia sangre, ustedes valen muchísimo para mí.

daddy ; luke hemmings [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora