daddy ; luke hemmings [1]

013.

Me acomodé junto a Keyla en una de las sillas libres, cruzando mis piernas y estirando desesperadamente mi vestido para que no pudiera verse nada. Ella me sonrió, explicándome lo mucho que se había divertido en la playa junto a sus hermanos.

—Aún lo extraño —Ella suspiró, encogiéndose de hombros. Volqué mis ojos. —Creo que debería dejarlo ir, pero no puedo. Ha sido el único que me gustó de verdad. No conseguiré a nadie nunca más, nadie me querrá porque soy horrenda.

— ¡No digas eso! —Me quejé, todo el mundo sabía que Keyla podría ser una súper-modelo si se lo propusiera. —Eres bellísima, ¿Alguna vez te lo dije? Tienes un aspecto encantador que volvería a cualquier chico loco, ¿Por qué no tratas de abrirte más a los hombres? Quizás puedas conseguir un amor de verano.

—Hey, ¿De qué hablan? —Luke nos interrumpió, acercándose a mí con un vaso de daiquiri. Ambas permanecimos calladas por un rato. — ¿Se quedarán calladas ahora que vine?

—Puede ser —Keyla rió. —Sólo estaba contándole a Cleo que me siento sola, ¿Qué más podía ser?

— ¿Nunca te cansas de hablar sobre eso? —Él se quejó, le di un suave codazo para que se callara. —No estás sola, cuesta mucho trabajo encontrar a alguien que realmente valga la pena.

— ¿Cleo vale la pena para ti? —Preguntó, olvidando por completo que yo estaba escuchando todas las cosas que ambos discutían.

—Obviamente que ella vale mucho para mí —El rubio contestó, molestándose con su hermana por aquella pregunta. —Si no valdría nada, no la hubiera traído conmigo. Ni mucho menos le hubiera pedido que sea mi novia, es una parte importante en mi vida.

— ¿Es lo primero en lo que piensas en cuanto te despiertas? —Insistió.

—Es lo primero en lo que pienso al despertar, es lo que pienso antes de dormirme y es lo que pasa por mi mente durante todo el maldito día —Luke replicó, sonando totalmente sincero. —Porque antes era simplemente Luke, pero ahora está Cleo... y no hay un momento del día en el que no deje de pensar en su sonrisa, en el color de sus ojos y en la manera que tiene de hacerme sentir bien y poderoso.

Mi corazón dio un vuelco al oír las palabras que él escogió, tan perfectas y adecuadas para el momento que me daban muchas ganas de abrazarlo y llenar de besos su rostro. Raras veces semejantes palabras salían de la boca de un chico, especialmente alguien tan frío como suele ser Luke. Por fuera había una gran sonrisa y por dentro estaba gritando como una fanática alocada que tiene frente suyo a su cantante favorito.

—Eso ha sido lo más lindo y cursi que has dicho en toda tu vida —Keyla se rió, manteniendo una sonrisa. —Son tan lindos, ¡Adóptenme! ¿Puedes ser mi mamá?

Dejé salir una carcajada, una de esas carcajadas que se escuchan por todo el lugar y arrugan tus ojos, achinándolos.

—No creo que tu hermano y yo queramos tener hijos —Murmuré, sin saber que decirle. —O no por el momento...

—Eso es cierto —Él afirmó. —Un hijo significa mucha responsabilidad, quizás podamos adoptarte como nuestro perro porque vives en cuatro patas.

Keyla achinó sus ojos, mirando desafiante a su hermano mayor mientras mantenía sus brazos cruzados. Ella probablemente estaba pensando en una buena respuesta, para dejarlo con la boca cerrada, pero al no encontrar una respuesta coherente prefirió quedarse callada.

—Seguramente en un futuro a la pobre Cleo lo único que le quedará será volverse lesbiana porque un hombre no la supo complacer —Ella atacó.