Vuelve.

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"Que esperabas Stiles, que simplemente besarlo y decirle sobre tus verdaderos sentimientos el se iba a quedar contigo, eres un idiota como pudiste ponerte de esa forma con el, jamás va perdonar a un tipo como tú jamás podrás tener a alguien como el, es un Dios y tu un simple humano parlanchín..." se burlaba la voz de su mente regocijandose en su dolor de un sueño roto.

Hacia mas de medio año que lo había visto partir, al lado de la cazadora sus ilusiones habían viajado con el, con la esperanza de que en un punto se diera cuenta de cuánto le amaba y regresará por él.

La noche siguiente de su regreso soño que entraba por su ventana como tantas veces lo había hecho con el rostro relajando como lo había visto al término de aquella lucha, lo había imaginado solo parado mirandole, debatiendo en que hacer.

Había sido tan claro para el, en un momento Derek le estaba besando, en un momento Derek le había dicho lo especial que era para él, en un momento Derek lo miraba con amor, con cariño, el simplemente le regalaba una de sus mejores sonrisas, esperanzado que fuera la realidad, que fuera así de ahora en adelante pero no todo lo que brilla es oro.

El simplemente tuvo que llorar de la emoción, claro solo podía hacer eso, que mas podía hacer el hombre de sus sueños le decia que le amaba, que siempre iba a estar con el.

Stiles hijo es hora de ir al colegio!– su padre John Stilinski el Sheriff del condado Beacon, odiaba el puesto de su padre, lo odio desde que casi lo pierde por la maldita de Jennifer, por su culpa casi pierde al único ser que le ama, el único que no le ha de dejar sólo.

El único que le brinda algo de aquel sentimiento que se les escapa entre los dedos como si fuera agua, de alguna manera sentía que el amor no era para el y tal vez jamás lo sentiría con ese fuego tan feroz que alguna vez sus padres tuvieron. Era iluso pensar que tendría lo mismo con aquel lobo, que se había marchado para jamás regresar.

Su vida podría ser más patética, vivía amenazado de sabe cuantas criaturas sobrenaturales, su amigo Scott el Alfa verdadero como consiguió el puesto aún es desconocido para él, si bien era un gran Alfa el prefería aquel solitario, aquel Alfa con dolor que sólo buscaba el cobijo de alguien que lo amara, él lo hacía y aún así su sueño jamás se haría realidad.

Con ilusión miraba su teléfono esperando que un rayo de luz cayera sobre el y de un momento a otro recibiera un mensaje tan solo pedía uno, un tal vez ¿como estas? O ¿Stiles si sigues molestando te arrancare la garganta con mis dientes? solo pedía un mensaje uno que le dijera que estaba bien, que seguía con vida, por su parte enviaba un mensaje con los buenos días, siempre soñando que aquel lobo le contesté que le diga algo, pero sus sueños eran eso solo sueños de un chico enamorado que se diluian al atardecer.

Cada tarde viajaba hasta la mansión Hale, esperando verle parado en el pórtico o que le mandara el corazón a un maratón solo por haber osado entrar a su casa, pero siempre recibía lo mismo, la fría y dolorosa realidad el lobo no estaba, jamás iba a estar.

Durante su ausencia cada día pensaba en que morirían sin él, como no se dió cuenta, la forma en que quería que Scott perteneciera a su manada, la forma en que protegía a Isaac, inclusive antes de la muerte de Erica y Boyd los había visto mejor que cuando eran humanos, quería haber podido decirle que él no tenía la culpa, que él había sido un buen Alfa, pero simplemente desaparecía escondiendo su dolor. cuándo apareció Cora aquel día en que ambos estuvieron en la ambulancia quería decirle, quería gritarle que le amaba que nunca lo iba a dejar sólo, que siempre iba a estar para el.

Pero como las veces pasadas el ex-Alfa siempre se adjudicaba la culpa, siempre se culpaba por todo, porque lo hacía porque guardaba todo ese dolor para él. Jamas iba a entender su comportamiento, jamás iba a poder ver más lejos de esa apariencia de hombre malo. El lobo jamás le iba a permitir pasar de esa barrera, aunque en parte no lo necesitaba el sabía cómo era, un hombre fuerte cálido de corazón con las ganas de ayudar a cuanto ser se le pusiera enfrente, lo intento con Scott a pesar que no era su responsabilidad.

Please Remember MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora