Please Remember Me

¡Lobo perdido!

La noche era cautelosa, silenciosa ante el sigilo de la luna, todo iba desapareciendo ante su plan, todo sería perfecto si tan solo aquellos no siguieran en pie.

Malditos chuchos y su capacidad para regenerarse.

Lo peor era que esas malditas pulceras le impedían acercarse, cada uno de los lobos presentes las tenían, incluso aquellos que aparecieron desorientados en un principio.

Todo se iba desvaneciendo ante sus ojos, su palacio, su bello y eterno jardín estaba siendo destruido paso por pasó.

Sabía que él no podía tener ningún cambio, jamás pensó que mantenerse bajo tierra podía permitir seguir en aquella zona sin problemas.

Como lo odiaba, había acabado con aquel estúpido beta que no pudo hacer bien su trabajo, ni siquiera pudo tocarle.

Quería hacer el trabajo el, deseaba arrancarle su estúpida garganta de un tajo, tanto deseaba verlo desfallecer, mandarlo con sus hermanos para que lo torturaran y lo convirtieran en uno más.

Pero estaba más seguro que él en ese maldito búnker, había visto los cambios, había visto llegar al lobo maldito con su pareja, está viendo los leves cambios de todos.

Principalmente las pulceras, malditas pulceras que aparecieron en el momento justo, trayendo solo desgracia a su plan.

Tenía que parar eso, más quien es él para mancharse las manos, que mejor que mandar a alguien que casi lo logra.

Después de todo él también podía dar una segunda oportunidad, solo una y todo volvería a la normalidad.

– que tus ojos se habrán ante la luz de aquellos ojos Wisky, que tú misión primordial sea apoderarte de él– menciona golpeando levemente con su pie el suelo, rompiendo la barrera que una ves los contuvo– vuela y tráelo de regreso, consigue que todo vuelva a su curso, principalmente que Talia Hale muera en el incendio.–  menciona mientras una estela se luz purpirienta se iba alzando entre grietas del piso.– que la fe...

– no lo harás– menciona Alex tomandolo por la boca– que tus recuerdos sean vanos y tu vista ciega, que tus oídos no lo...

– maldito Alexander– golpea con su nuca la cara de Alex– jamás debiste intervenir.

– que tu mirada lo pueda ver, que tus oídos lo...

– ¡Listo!– termina Alex lanzando un par de frascos sobre la grieta mandando a aquel al pasado, solo espera que sea en una fecha errorea– gane– dice desapareciendo junto a aquella estela de luz.

– ¡Maldito Angel del demonio!– maldice golpeando la cañería oxidada– estúpido lobo, más vale que cumplas tu deber o te irá peor en el infierno– maldito ese ángel entrometido, todos lo iban a adorar.

Mandaría la orden de nuevo a aquella época, más la luna estará en su punto más fuerte en algunas semanas, tenía que guardar todo su poder para poder abrir las puertas del infierno, ser libres de nuevo.

Todos reinarán de nuevo en aquella tierra pagana, ellos volverían a tener el llamado de los humanos, ellos volverían a ser dioses carnales.

– pronto mis queridos hermanos, pronto podré liberarlos– promete desapareciendo entre la tenue estela de humo que yacía en el sitio por la humedad.