Please Remember Me

¡TAM...

Todos los presentes quienes les habían visto hacer sus manualidades le habían dejado sólo, por desgracia él no tenia un deje de imaginación en ese momento como para ponerse a hacer una esfera decorada como Melissa le había enseñado.

Gracias a ella podía valerse por sí solo, le había enseñado a lavar trastos por más que Scott se burlaba de él por no saber hacerlo, él le había pedido a Melissa que le enseñara o le dijera si algunos trastos requerían algún lavado especial. También le había enseñado a cocinar, parte de lo que sabe es por parte de su madre, más la que terminó de mostrarle el arte fino de cocinar fue la señora McCall, aunque debería parecer un poco inútil el no sabía utilizar la lavadora hasta que Melissa le enseñó a usarla, porque la que su padre tenía diferentes modalidades para prendas delicadas, para el lavado en seco, para la ropa más fina, eso le revolvía él solo ponía en blancos y dejaba hacer su trabajo a la máquina o lo hacía hasta que Melissa le retó y le dijo que si hacía eso dañaría la máquina.

Por parte de las enseñanzas de Melissa aprendió a ser más "útil" porque por mucho que su padre le hubiera pedido disculpas por tratarle de la forma en que lo trato de pequeño, siempre recordaría la palabras grabas en su corazón "ERES UN MALDITO INÚTIL" le había gritado en uno de sus ya conocidos desplantes cuando estaba ebrio.

No lo culpa, en verdad que no, sólo desearía que su padre nunca le hubiera gritado esas palabras, porque a pesar de que sabía que eran por influencia del alcohol él se las había creído cada vez que se equivocaba esas palabras llegaban a su mente, derrumbando todo rastro de fortaleza de su propio ser.

Pero no, el no era un Inútil jamás lo sería, porque era eficiente hablador y sarcástico pero más que nada eficiente, así lo ama su padre, asi lo ama su hermano Scott, así lo ama Melissa su madre postiza.– o lo hacían– dice figurando una tenue sonrisa.

Aunque deseará olvidarlo jamás podría, su nombre salía de sus pensamientos. Un pequeño brote de esperanza alcanzaba sus más bajos recuerdos "Derek" pensó mordiendo su labio.

Porque Derek se había convertido en su todo y a la vez en su nada, podía soñar con un gran final feliz donde el lobo podía decirle lo bien que se veía con pantaloncillos cortos o lo bien que le sentaba su sudadera roja, pero así como sus sueños eran tan felices y efímeros, en un momento se volvían devastadores donde un simple "tengo novia  Stiles, no me molestes más" lo hacia llorar por horas hasta que su débil cuerpo se rendía al cansancio sumergiendolo en un mar de pesadillas donde el lobo le gritaba cosas horrendas que herián su puro corazón.

Porque su sueño feliz era efímero, realmente jamás se llegaría a completar porque Derek no lo amaba, su verdadero Derek no lo hacía, porque no regresó por él– de todas formas ¿por que lo harías?– se preguntaba, aunque su cruel mente le daba la respuesta apenas la pregunta era formulada "porque no eres nadie Stiles, porque por más que quieras siempre serás alguien insignificante" le gritaba con rencor su consciencia.

A veces el creía eso, después de todo Lydia nunca lo vio de otra manera, Malia era Malia, aunque es directa realmente nunca le dijo si él era importante para ella y Derek, bueno el moreno siempre le decia que le iba a arrancar la garganta con sus propios dientes.

Aunque ese recuerdo lo hacía sonreir siempre aquella sonrisa se volvía en una sonrisa de tristeza, porque su cuerpo demostraba su dolor, porque a pesar de que el lobo le había mandado aquel mensaje que volvería, eso no significaba nada, porque bien podía volver solo para que lo deje en paz con sus mensajes de chico desesperado.

Ni pensar en quedarse en el pasado forjando una relación con el Derek adolescente, con aquel chico divertido que le había dicho que le gustaba, que si bien era un poco salido en cuando a decir ciertas cosas, también tenía ese lado dulce ese lado sonriente que le hacía pensar que uno de los dos Derek era sólo un sueño una cruel pesadilla que le está haciendo pasar el mejor momento de su vida.