Please Remember Me

Decisión

Su vida se sentía cada vez más fatal sumergida en un pozo oscuro de soledad, ya ni siquiera podía ver a Ben a la cara.

Como decirle, como mencionar siquiera que está pensando en dejarlos, llevarse lejos los recuerdos del moreno y olvidarlo, tener el valor siquiera de darle un último abrazo.

Incluso un último beso a cada pequeño que le permitió entrar en su vida. Tantas cosas vividas, tantas preguntas a las cuales no tenía respuesta alguna.

Como decirle, como pronunciar un hasta pronto cuando no tiene las agallas de decirlo frente a frente– ¿te pasa algo?– pregunta Talia sentándose al lado de él– ¿sabes que estamos para ayudar cierto?

– lo sé– responde después de un momento sumergido en sus pensamientos, que haría su madre si estuviera en la misma posición.

Su padre el probablemente buscaría una forma, ¿pero cuál?

La única piedra que podía ayudarlo él mismo la había entregado a alguien más; en su sueño le enseñaba a como utilizarla "tres gotas" fue lo que pronunció antes de que la piedra y aquella persona misteriosa desaparecieran en la oscuridad de su mirada, ni siquiera pudo tener oportunidad de salvar a su madre con esa dichosa piedra.

Por que no espero más, porque no simplemente fue al hospital con dicho anillo y le dió las gotas a su madre, donde estaba su cabeza al pensar que esa cosa estaría en el mismo lugar con él.– ¿Que pasa?– pregunta la loba después de un rato, su olor no decía mucho, incluso podía oler paz emanar del castaño.

– nada– responde en el mismo hijo de voz, aunque quisiera que decirlo advertirle a la loba sobre las que está a apunto de suceder eso podría cambiar las cosas. Tal vez, solo tal vez en el momento justo pudiera tomar una decisión.

– bien– responde no muy convencida de la respuesta del castaño.– confía en nosotros, ahora eres parte de la manada, siempre vamos a estar para ayudarte ¿de acuerdo?

Quería llorar en ese momento, como quisiera decirle que no puede, que su meta no estaba tan clara como lo había estado había algún tiempo– Si, gracias– responde intentando no romperse en ese momento, porque tenía que ser tan difícil.

Sin más la loba dejo al castaño inmerso en sus pensamientos, esperando que al final del día pueda contar con el.

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Dos días, dos días y todo acabaría, no de la forma en que el hubiera querido pero que podía hacer, de todas formas no había mucho que pensar, su madre estaba primero, ella... ella  ni siquiera puede decir que sufría más porque ella no iba a morir quemada.– Díos– suplica golpeando un árbol a su vista, ahora se dirigía al hospital de nueva cuenta, con aquel libro.

No tenía ganas siquiera de leerlo, no podía siquiera pensar en que aquel fue la forma en que pudo pasar más tiempo con ella– esto es tan difícil– murmura tomando paso de nuevo al hospital, por fortuna Derek se encontraba en el instituto, el en la casona a espera de que todos salieran como era costumbre, así finalmente salir a rondar por el bosque.

Ahora tenía un punto clave a donde ir, visitarla y salvarla, si acababa con eso antes no tenía que sufrir el incendio.

Sus pasos eran lentos pero apresurados queriendo postergar un camino que le permitiera decidir con exactitud si lo que hará es lo correcto– ¡ay!– grita una pequeña niña a su frente– eso dolió– dijo la niña sobando su retaguardia.