Please Remember Me

Talia y una Casita II

¿Así sera realmente la familia Hale?  se preguntaba mirando a todos intentando poner paciencia para que las galletas de jengibre estuvieran listas. El había hecho todo lo posible para tener todo listo, claro había tenido a toda la familia sobre el mirandole batir la masa para la galleta.

Y claro también le había tocado la ronda de preguntas de ¿que fue primero la gallina o el huevo?¿por que solo esa poca de azúcar?¿seguro que es a ese grado el horno?¿seguro que tendremos tiempo de llevar la casita al concurso?

Y claro la mayor parte de las preguntas eran por parte del cocinero incomprendido Peter, que preguntaba si en algo afectaría si solo usaba mantequilla sobre la charola en lugar de usar la hoja engrasada para hornear– ¡por enésima vez Peter la temperatura está bien, si sigues así sólo conseguirás que salgan crudas!

–¿Que pregunté afecta en algo?– menciona encarando al castaño, realmente había puesto mucha atención en cómo el castaño habia preparado todo, ahora sólo miraba las galletas hornearse.

–No se, pero mi madre decía que si estás muy impaciente las cosas salen mal, así que te calmas y te me vas a otro lado.

–¿Que?¿por que?

–Por que el Cinderell Dayron tiene que limpiar todo ésto para que podamos decorar la casita de jengibre.

–Nunca dije que limpiaria los trastos.

–Por desgracia para ti, limpiar la casa conlleva a lavar trastos, lavar la ropa, trapear o aspirar y destapar baños en caso de requerirlo, aunque ya tengo claro que no eres bueno en eso, ¿quien demonios rompe una taza de baño con solo tocarla?

–Tengo mucha fuerza.

–No tanta y eso ya te lo comprobé.

–¡Te Odio!

–Eres el único, porque los demás me aman, así que vamos a limpiar que un chef de mi categoría no puede tener una cosina con este desastre.

–Amor, creí que nunca llegaría el día en que pudiera verte lavar un plato– menciona divertida Alondra, realmente sería la primera vez que Dayron tocaría un trasto sucio para limpiarlo el.

–Ea!– medio grita el castaño quitándole uno de los tazones sucios– rompes algo y te toca a dormir a fuera con el perro, ya suficiente tengo con no tener taza en mi baño– sentencia burlón, había sido tan divertido ver la cara del lobo cuando le ganó.

–Ni me lo recuerdes chaparro, voy a tener pesadillas por mucho tiempo.

–Eres el único hombre que conozco capaz de romper una taza con solo tocarla– se queja, ahora tenía que buscar el baño de la planta baja para hacer sus necesidades– además no me llames chaparro.

–Cuando crezcas unos cinco centímetros más enano dejaré de llamarte así– dice revolviendo el cabello castaño.

–Solo espero que te hayas desinfectado la mano antes de siquiera tocar mi precioso cabello.

–Uy!– exclama– lo siento, pero se me ha olvidado hacerlo.

–ASCO!!– gritan Alondra y Stiles al unisono.

–Naaa, me desinfecte tres veces– menciona tratando de controlar sus fuerzas, ya suficiente tenía con que Talia le cobrará la taza del baño, que no era mucho pero aun así no planeaba utilizar ese dinero tan pronto.