Please Remember Me

Talia y una Casita

Dos meses y unas semanas llevaba en el pasado ¿el tiempo sera igual en mi época? se preguntaba, ahora estaban entrando a la época navideña probablemente debería salir y dejar a la familia junta pasar esas épocas.

Después de todo el no era familia, solo era un inquilino en aquella casona Hale. Porqué por más que lo deseará el no era un Hale y no cuenta que Derek ya se le hubiera declarado, eso no lo convierte en automático un Hale, aunque dejara a su corazón seguir ese Derek, ese precioso adolescente no le pertenecía porque ese no era su verdadero Derek.

«Me pregunto que harás tú en estas fechas» se preguntaba mirando el picaporte viejo de su habitación, porque ahora estaba en su refugio. Por fortuna ni Ben, ni Laura, ni el propio Derek entraba en el cuarto, agradecía la privacidad por parte de la familia.

Sus épocas navideñas realmente no las disfrutaba después de la muerte de su madre, su padre trabajaba y el tenia que pasar tiempo de calidad con los McCall. Realmente agradecía a Melissa en no abandonarlos en esas fechas porque a pesar de no ser familia, la enfermera siempre los esperaba en Nochebuena para celebrar una pequeña cena con un gran jamón una buena ensalada y un festín de ensaladas dulces dignas para la fecha.

Amaba pasar tiempo con su segunda madre siempre ponía aquel disco de acetato un poco viejo de tonos navideños que les acompañaban en su silenciosa cena. No un silencio incómodo ni mucho menos, uno agradable donde todos estaban satisfechos por los alimentos y la compañía.

La amaba como su madre misma, porque a pesar de no tener la suficiente liquidez siempre recordaba comprarle algo para la mañana de Navidad. La Navidad justo antes de que todo empezará le había dado unos guantes de Darth Vader muy majos para ser del propio villano.

Los había guardado como un tesoro, claro hasta que el frío azotó Beacon y tuvo que utilizarlos. Los amaba aunque fueran delgados eran perfectos para el, porque aún no entendía como los demás podían escribir con guantes puestos, el simplemente no podía y tenía que arriesgarse y escribir sin ellos, arriesgando a que sus dedos decidieran partir a nueva vida lejos de él.

Aunque odia el último frío porque perdió uno de sus preciados guantes probablemente acabo en la basura y eso no le había gustado nada puede decir que hasta el dolió haberse enterado que había perdido un guante.

Pero no le dolió no porque fuera de su villano favorito, sino porque realmente había sido un regaló de corazón de Melissa.

Realmente podía decir que gracias a los McCall amaba la Navidad, ya que realmente fue por ellos que empezó a celebrarla de nuevo, pudo haber dicho gracias pero realmente no considero necesario hacerlo, después de todo ellos también habían sufrido la partida de su madre.

Pasó el día realmente mirando o el picaporte viejo pensando en cuantos gérmenes podía transferible si se le ocurría probarlo o pensando en que momento la madera de soporte se rompería y caería sobre todos. Realmente tenía que buscar algo que hacer porque eso de estar todo el día acostado esperando a que Derek no entrará y lo arrastrará a un partido de básquetbol.

No odiaba eso pero se aburre mirando solo al adolescente alardear cuando bueno era en Básquet claro su alarde terminaba cuando Stiles entraba al juego porque en solo unas prácticas el castaño había mejorado mucho su juego. Ahora podía ganar al lobo sin problema aunque prefería dejar que el ego del lobo se mantuviera intacto.

–¡RAYOS!– oyó un grito que lo hizo saltar, aunque realmente no tenía que aparecer en escena porque ese no era su problema. O mejor dicho el no tenía cabida en cualquier otra cosa que no fuera el incendio, porque por lo que sabe no existe otro otra catástrofe designada al apellido Hale, ni muertes, ni asesinatos con algún integrante Hale involucrado. Porque por más que le sorprendiera Peter era bueno en esa época– ¡DEMONIOS!– escucha gritar a Talia «¿ustedes saben que pasa?» pregunta mirando el techo aunque la pregunta fue clara no recibió respuesta de la misma «ahora me ignoran» menciona rodando los ojos "¿disculpa tu quien eres?" menciona burlon uno de sus ángeles «a veces los odio» dice parándose de la cama, por lo menos tenia que ver que pasaba.