Please Remember Me

¿Donde se fue?

Con sinceridad ya estaba pensando en ponerle un chip rastreador, algo que le permitiera saber con ciencia cierta donde se metía.

Que lo mata, él lo mata con lentitud.

Su hermana había salido de la casona apenas él estaba llegando, había tardado significativamente en curarse.

Algo también le ocurría a el.

¿se volvía humano? se preguntó fugazmente antes de que su hermana le tirará todo ese diálogo.

Ahora, ahora se encontraba metiéndose en la tienda de antigüedades, aunque podía asegurar que el castaño no estaba en ese lugar, ya no podía confiar en sus habilidades.

No porque las esté perdiendo, porque puede escuchar con claridad los gemidos que provienen del coche a unas cuantas cuadras.

– Demonios– maldice, era el segundo lugar al que iba, primero fue en busca de él en el bosque, por alguna extraña razón acabo llendo de nuevo al acantilado, solo para comprobar que no se había lanzado.

El segundo lugar fue la tienda, espera que su garra no hubiera hecho trizas la cerradura.

Ahora tenía que ir a donde ellos fueron en primer lugar y luego la estación, tenía que comprobar que él está bien.

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Corría sin pesar, parecía tan liviano, tan pronto como se dió cuenta de lo que hacía su vista cambio a una playa.

Ya tenía la suficiente experiencia para saber que eso era un sueño, solo espera que no sea uno raro donde tenga que correr por su vida.

Solo unos pasos más y su vista cambio de nuevo, un hermoso paraje se alzaba majestuoso ante el.

Todo parecía brillar, inclusive el agua parecía tan cristalina tan pura que se siente mal tan solo con mirar tanta pureza.

Era mejor sentarse, esperar a que su cuerpo tome energía y lo despierte el día siguiente, tomando paso a su pensamiento se acercó al árbol más grande que había visto en su vida, le serviría para tomar un poco de sombra.

Sus sueños se hacían cada vez más raros en cuanto a sueños de él se trataban, debería empezar a juntar para ir con un loquero que él ya era especialista en detección de sueños.– es un almendro– menciona una pequeña vos no muy lejos donde se encontraba él.

– ¿Disculpa?– pregunta dirigiendo su mirada a donde provenía la voz.

– el árbol, es un almendro– repite la pequeña acercándose a él– mi madre lo planto hace mucho, mucho tiempo al menos eso es lo que ella dijo

– ya veo, tu madre debe ser muy lista para cuidar de un árbol tan bello– menciona regalando una pequeña sonrisa, aunque ya estaba viendo la forma de irse.

– lo es– confirma la pequeña frente a él– ¿Como te llamas?– pregunta sentándose justo al frente, al estilo indio.

– Stiles– responde apegándose más al árbol, cualquier cosa ese sería su motor de escape.