I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Teen Wolf Imagina. (Aiden) #1

Miro a Allison, sin poder dejar de sonreír. He perdido una apuesta y mi castigo es bailar en mitad del pasillo del instituto durante el cambio de clase, que es cuando más gente hay.

—Allison, creo que tú eres la que se va a arrepentir de esta idea. —Le advierto.

Ella se encoge de hombros con una sonrisa en la cara.

Ya empieza a haber bastante gente en el pasillo, así que, armándome de valor me coloco delante de Allison y, sin esperar más me pongo a bailar.

Intento que los pasos de baile sean lo más absurdos posible, y cuando tengo la atención de todos, señalo a mi amiga. Ella, que ya está roja, niega con la cabeza mientras se ríe. Me acerco a ella sin dejar de bailar, y cuando estoy a su lado, le cojo de la mano y hago que baile conmigo.

—¡Oh Dios, no! —Murmura tapándose la cara sin poder dejar de reír.

Allison no tarda en imitarme, lo que hace que me ría aún más. Hago que gire y cuando ella hace lo mismo conmigo, es cuando les veo. Dos chicos altos y guapos caminan por el pasillo. Al fijarme mejor, veo que son gemelos. Uno de ellos me mira, como si me estuviera retando a que no apartase la mirada.

Cuando nos pasan, ambos dejamos de mirarnos.

—Dime que tú también les has visto. —Murmuro.

—Mientras no nos hayan visto bailar. —Dice Allison riéndose.

—Yo espero que sí. —Contesto. — Con mis pasos de baile enamoro a cualquiera. Mira, he enamorado a un chico de segundo año.

Saludo al chico, que se pone rojo y me devuelve el saludo antes de salir corriendo.

Allison y yo no tardamos en coger nuestros libros correspondientes para ir a clase. Al no compartir la primera hora del día, nos separamos. Por el camino no puedo dejar de pensar en el chico.

—Hola.

Me paro en seco y miro hacia mi derecha. Ahí, al apoyado en la pared, está el chico de esta mañana.

—Hola. —Susurro.

—Soy Aiden.

Sonrío nerviosa.

—Me llamo (A/N). —Contesto tras una breve pausa.

Mantenemos una pequeña conversación, aunque se termina demasiado pronto para mi gusto. Por mi parte no puedo dejar de mirar su sonrisa, la cual me tiene embobada.

—Nos vemos por aquí, entonces. —Se despide.

—Claro, sí. —Respondo.

Durante las siguientes semanas, Aiden y yo empezamos a hablar más. Sigo quedándome atontada cuando sonríe, pero al menos soy capaz de mantener una conversación sin quedarme callada como las primeras veces que hablábamos.

Tras un mes de habernos conocido, podría decir que somos amigos. Amigos que coquetean.

Sonrío al pensar en Aiden, y cuando vuelvo a la realidad, me doy cuenta de que he perdido a Allison. Hoy el entrenador nos ha llevado al bosque a correr. El camino a seguir es fácil, está indicado y no es muy largo. Pero aún así he conseguido perder a Allison y a la mitad de la clase.

Dos personas me adelantan, y cuando me giro para mirar a ver si hay más gente detrás de mí, veo que no hay nadie más. Me he quedado atrás yo sola, así que me rindo.

Me paro, apoyando las manos sobre mis rodillas. Intento recuperar el aliento. Poco a poco me pongo derecha de nuevo, y cuando me giro para continuar corriendo, me asusto al ver a Aiden.

—¿Intentando escabullirte? —Pregunta.

Le dedico mi mejor sonrisa, intentando no pensar en que debo de estar roja y sudada.

—Escabullirme, ¿yo? —Digo frunciendo el ceño. — ¿No estarás intentando escabullirte ti, Aiden?

Aiden niega con la cabeza y empieza a correr, lo que hace que yo le siga. Intento seguir su ritmo, pero corre bastante más rápido de lo que estoy acostumbrada.

—Me preguntaba si querías salir este fin de semana. —Propone.

—Por mí... —Me callo al tropezarme. Cierro los ojos, pensando que así me dolerá menos la caída.

Espero unos instantes a notar el suelo, pero lo que noto son unos brazos agarrándome con fuerza.

—Oh, pero si levito. —Bromeo abriendo los ojos.

—Tienes que tener cuidado. —Comenta soltándome. — No queremos que acabes con una pierna rota, ¿verdad?

—Pues no, y menos ahora que me has invitado a salir. —Respondo. — Por cierto, mi respuesta es sí.

Aiden sonríe.

—Entonces, ¿te viene bien este sábado? —Pregunta empezando a caminar.

—Este sábado me parece perfecto. —Digo asintiendo.

—Genial, estoy deseando que llegue.