I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Teen Wolf Imagina. (Theo) #4

A mi derecha tengo a Theo, que está sentado cómodamente en el sofá. Tiene unos papeles en las manos, pero lleva varios minutos en los que mira hacia la pared sin moverse. 

—Theo, ¿pasa algo? —Pregunto dejando mis apuntes a un lado. 

Él fija su mirada en mí. 

—No, nada. —Responde. — ¿Por qué lo preguntas?

—Por nada. —Digo encogiéndome de hombros. 

 Vuelvo a mirar mis apuntes, aunque no puedo avanzar más de dos líneas cuando Theo llama mi atención. 

—(A/N), te quiero. Lo sabes, ¿verdad?

—Claro. —Contesto volviendo a mirarle. 

Theo sonríe y se levanta del sofá. Se acerca a mí con paso decidido, y cuando llega cerca de la silla en la que estoy sentada, se arrodilla. 

Mi cara de confusión le ha debido de hacer gracia, ya que ahora tiene una sonrisa burlona en la cara. 

—Tranquila. —Murmura. — No voy a pedirte matrimonio, al menos no todavía. 

—Muy gracioso. —Me quejo. 

Se pone de nuevo serio, así que yo también. Algo está rondando por su mente y está a punto de decirme lo que quiera que sea. 

—¿Te has comido el trozo de bizcocho que dejé en el microondas?

Pongo la mejor cara de sorpresa que sé mientras recuerdo lo rico que estaba el bizcocho. Me desperté a las tres de la madrugada por una pesadilla y al bajar a la cocina para beber agua, acabé abriendo el microondas. 

—¿Yo? —Pregunto señalándome. 

Theo no parece creerse mi actuación, así que me doy por vencida. 

—Lo siento, cuando tengo miedo me da hambre. —Susurro. 

Él cierra los ojos, y dramáticamente me suelta la mano que hasta hace unos segundos estaba sobre la mía. 

—¡Era de chocolate!

—¡Sabes que me encanta el chocolate! —Me defiendo. — ¿Para que dejaste a ese pobre bizcocho ahí abandonado? 

—No lo abandoné, me lo iba a comer hoy. 

Los dos nos callamos, mirándonos el uno al otro. 

—Estaba muy rico. —Susurro rompiendo el silencio. 

—Lo hubiera sabido si no te lo hubieras comido. 

—¡Ni siquiera pensabas compartirlo! —Le espeto. — No me lo puedo creer. 

—Lo iba a compartir. —Dice mirándome. 

—Mentira. 

—¿Y qué más da? —Se queja. — Ya no está, no se puede hacer nada. 

—Ay, Theo. —Murmuro abrazándole. — Lo siento, de verdad. 

Al principio Theo no me devuelve el abrazo, pero no tarda en darse por vencido. 

—Te perdono, aunque me debes un bizcocho. 

Discusiones absurdas de parejas xD.