I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Fear The Walking Dead Imagina. (Troy) -Primera Parte. #1

Seis meses antes del fin del mundo. 

Hoy hace dos años que empezamos a salir, y para celebrarlo hemos decidido pasar el día juntos. Primero hemos ido al cine, después hemos cenado en un restaurante y ahora estamos dando una vuelta, dados de la mano.

Hablamos de todo y de nada. De vez en cuando Troy dice alguna tontería que hace que nos riamos. 

Troy se para y tira de mi para que le imite. 

Le miro sonriendo. 

—Eres lo mejor que me ha pasado en esta vida, lo sabes, ¿verdad? —Susurra con una pequeña sonrisa. 

—Te quiero. —Le digo sin dejar de sonreír. 

Troy se agacha un poco y me besa. Cuando nos separamos, él tiene una sonrisa de oreja a oreja. Volvemos a caminar el uno al lado del otro, sin un rumbo exacto. 

La noche es joven y tenemos todo el tiempo del mundo para disfrutar de nuestra compañía. 

Un mes antes del fin del mundo.

—Troy, tienes que entenderlo esto es una oportunidad única. —Intento explicarle. 

—Entonces, ¿qué? ¿Me estás dejando? —Pregunta ignorando lo que le he dicho. 

—No, claro que no. —Le contesto. — Que vaya a terminar mi carrera en otra ciudad no significa que ya no te quiera o que quiera dejarte. 

—No creo que una relación a distancia vaya a funcionar. —Sentencia serio. 

Le miro durante unos segundos, intentando procesar lo que está diciendo. Me llevo una mano al pelo y cierro los ojos. 

—¿Significa esto que tú me estás dejando? —Pregunto abriendo los ojos para mirarle. 

—No lo sé. 

—Troy. —Susurro. — Hagamos algo, vamos a darnos un tiempo, sigamos hablando como siempre a ver qué tal lo llevamos y en las próximas vacaciones vendré aquí. 

Él se encoge de hombros y tras unos instantes mirando al suelo, se va.   

Varios meses después del comienzo del fin del mundo. 

Me escondo detrás del mostrador de una tienda. Intento controlar mi respiración para hacer el menos ruido posible. Varios caminantes han debido de oír la taza que he tirado sin querer y han venido a ver qué es lo que ha causado el ruido. 

Miro a mi alrededor, inspecciono todo lo que hay por el suelo, buscando algo con lo que defenderme. Ha sido una estupidez dejarme el bate junto a la mochila encima de una de las mesas cercanas al mostrador. 

Delante de mi tengo una bandeja que parece metálica, antes de esconderme he contado a unos tres caminantes. Quizás la bandeja me dé algo de ventaja hasta llegar a mi bate. 

Me arrastro un poco, cojo la bandeja y me levanto con sigilo, o al menos lo intento. Dos de ellos, los cuales están más cerca de mi, se acercan peligrosamente. Consigo darle a uno en la cabeza, pero tengo que hacerlo repetidamente hasta que cae al suelo. Los otros dos se acercan y yo corro hacia mi mochila. 

Me la cuelgo al hombro y cojo el bate después de haber tirado la bandeja sobre uno de ellos. 

Salgo de la tienda como alma que lleva el diablo. Me monto en el coche, donde previamente había guardado alguna que otra cosa.

No tengo lugar al que ir, sigo las carreteras en busca de lugares en los que parezca que no hay un peligro excesivo y donde puede que haya provisiones. 

Me quedé sin balas después de un mes de que comenzara todo esto. No sé si mi familia sigue viva, no sé si mis amigos siguen vivos, y algo que lleva dando vueltas en mi cabeza es Troy. No estoy segura de si seguíamos siendo algo antes de que esto empezara y ahora ya no sé si Troy está vivo para cuestionarme el estatus de nuestra relación. 

Dos días después de huir de la tienda, el coche empieza a darme problemas. 

—Oh, venga ya.. —Me quejo intentando arrancar de nuevo. — Mierda. —Susurro. 

Meto en la mochila las provisiones que me quedan y cojo el bate. Salgo del coche y empiezo a caminar. Durante el día camino y por la noche, la paranoia y el miedo no dejan que duerma más de dos horas. 

Tercer día caminando. 

Desde que abandoné el coche y tengo que andar he empezado a tener pesadillas. En ningún momento desde que el fin del mundo llegó había tenido pesadillas, y aquí estoy yo, que dejo la seguridad del coche y me adentro en caminos descubiertos, acurrucándome donde puedo para cerrar los ojos durante un par de segundos. 

Quinto día caminando. 

Si las pesadillas no me dejaban tranquila por las noches, los recuerdos y las alucinaciones no me dejaban tranquila durante el día. 

'—Venga, déjate caer, prometo cogerte. —Se ríe Troy. — ¿No confías en mi?

Cierro los ojos y me dejo caer, contestando así a la pregunta de mi novio. Me coge con facilidad y me levanta con cuidado.'

Saco la botella de la mochila y miro el poco agua que me queda. Probablemente me aguante para un par de días más. 

Séptimo día caminando. 

Desde el monte en el que estoy, veo un terreno en el que hay casas y tiendas de campaña. No estoy segura de si me lo estoy imaginando. 

Respiro hondo, y controlo mis ganas de correr hacia allí. Tardo media hora en bajar sin romperme nada. Y con cuidado avanzo hacia la verja que me separa de las casas. 

Según me voy acercando me doy cuenta de que es real. No lo estoy imaginando. Llevo tanto tiempo sin dormir bajo un techo y sin hablar con nadie que siento ganas de llorar. 

—¡Alto! —Grita alguien. — ¡Quédate quieta ahí mismo!

Tardo en reaccionar unos instantes, pero me paro y tiro el bate lejos de mí, después levanto las manos para que vean que no tengo intención de atacarles. 

Dos de ellos se acercan a mi, apuntándome con sus armas. Se acercan con cautela pero no por ello dejan su postura amenazadora. 

Me fijo bien en uno de ellos. Su cara quiere sonarme, y sé quién es antes de que esté a mi lado.

Espero que esta primera parte te guste, la segunda no tardaré en subirla. 

Pd: tengo que decir que el personaje de Troy no me agradaba mucho, pero he intentado que no se note cuando he escrito el imagina!