The Vampire Diaries Imagina. (Stefan) -Primera parte. #3

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Corro sin mirar atrás. Las palabras de mi novio no dejan de repetirse en mi cabeza. 

Corre y no me esperes, te encontraré, te lo prometo.

Cuando giro la calle, me doy cuenta algo tarde de que he entrado en un callejón sin salida. Me giro y antes de que pueda volver a correr tengo delante al hombre de antes. 

No sé quién es, y tampoco sé qué es lo que quiere. Miro detrás suya, pero no veo a Stefan.

—Vete, déjame. —Le ordeno intentando sonar fuerte. 

El hombre levanta una mano y mueve su dedo indice de izquierda a derecha, dándome a entender que está diciendo que no. 

—Verás, Stefan y yo somos viejos amigos. 

—Dudo que Stefan y tú seáis amigos. —Le interrumpo. 

El hombre se ríe ante mis palabras. 

—Que poco conoces a tu novio. —Dice con una sonrisa. — Es un monstruo. 

Ahora soy yo la que se ríe. 

—Sé lo que es Stefan. —Le contesto. — Sé lo que hizo, no vas a conseguir ponerme en su contra.

—Eso ya lo sabía, querida. —Susurra. — Tanto esfuerzo físico me ha dado sed. 

Doy pequeños pasos hacia atrás, haciéndome una idea de a lo que se refiere. Antes de que me dé tiempo a gritar, él ya está agarrándome del cuello. 

Pronto no poder respirar deja de ser un problema, ya que me suelta. El problema ahora es él dejándome sin sangre. 

—Para, quítate, quítate.. —Digo empujándole.

Dejo de notar la presión de mi cuello y me caigo de rodillas al suelo. Me llevo la mano a la herida y miro al frente. Stefan está rompiendo un trozo de madera y se lo clava al hombre antes de que termine de levantarse. 

Stefan corre hacia mi, me mira durante unos segundos y de camino a casa no deja de pedirme disculpas mientras que yo no dejo de decirle que no pasa nada. 

Cuando llegamos a casa, una vez allí, me da de beber su sangre para que la herida del cuello se cure. Me cambio de ropa y me limpio la sangre seca. Al salir del baño, Stefan está sentado en mi cama. Me siento a su lado y veo que está llorando. 

—Estoy bien, tranquilo. —Susurro. 

—No puedo dejar que esto vuelva a pasar. —Dice sin mirarme. — No quiero que te pase nada. 

—Eso no se puede decidir. 

—Sí, sí que se puede. —Me contesta. — Conmigo estás en peligro. 

—No, no lo estoy. —Me quejo.— Stefan, escúchame. 

—(A/N), no, escúchame tú a mi. —Dice serio. — Tenemos que dejarlo, y tienes que olvidarme. 

—Stefan, por favor, no lo hagas. —Digo cogiéndole de la mano. 

No quiero que Stefan se vaya, no quiero olvidarle.

—Lo siento (A/N). —Susurra. — Te quiero. —Dice Stefan con lágrimas en los ojos. — No recuerdas nada de lo que ha pasado hoy, y tampoco me recuerdas a mi ni a todo lo que hemos pasado juntos.

Miro alrededor de la habitación. Después me seco las mejillas, sin entender por qué estaba llorando. Estoy sola en mi habitación pero no tengo ninguna película puesta. Cojo mi móvil y busco algo que me explique por qué estaba llorando. No tardo en darme por vencida y decido ponerme le pijama.

Siento que ha sido un día largo, pero no recuerdo nada.

I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora