I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Vikings Imagina. (Hvitserk) #3 [AVISO]

AVISO: en este imagina se menciona la muerte.

Lagertha se acerca a Ubbe y Björn con un vaso en la mano.  Delante nuestra están Ivar, Hvitserk y Harald. Están a punto de cerrar un acuerdo, o al menos eso es lo que todos pensaban. 

Harald tira la bebida que contiene su vaso, Ivar se ríe y le lanza su bebida a la cara de Ubbe. 

Miro a Hvitserk y él me devuelve la mirada. 

La última vez que nos vimos yo estaba subiendo al barco con Ubbe, y él estaba en tierra con Ivar.

Sabía que este acuerdo era demasiado bueno para ser verdad, y en el fondo de mi corazón sabía que Ivar jamás perdonaría a Lagertha. 

Lo que pasa a continuación no me sorprende. Ambos bandos van a enfrentarse. No quiero pensar en mi relación con Hvitserk porque sería egoísta. Él va a tener que enfrentarse a Ubbe y Björn, junto a gente que conoce de mucho antes, mientras que yo voy a enfrentarme con gente a la que a penas conozco. Quizás conozca a un par de personas a parte de Hvitserk y Ivar.

Dejo de mirar a Hvitserk y vuelvo a prestar atención a lo que está pasando. 

—¡Mató a nuestra madre! —Grita Ivar. — Cumpliré mi promesa y mataré a Lagertha. 

—Puedes intentarlo. —Le contesta ella. 

—Lo haré. —Dice Ivar mirándola. 

Continúan discutiendo y yo vuelvo a mirar a Hvitserk, el cual parece que no ha dejado de mirarme en ningún momento. Me cruzo de brazos mientras, disimuladamente, muestro dos dedos, nuestra pequeña seña para encontrarnos en nuestro árbol. Él deja el vaso en el suelo, enseñando dos dedos. 

Doy un paso hacia atrás al ver como todos desenvainan sus espadas, haciendo que los dos bandos se pongan a la defensiva. 

Lagertha frena a Ubbe, y segundos después nos empezamos a ir. 

Mañana habrá una batalla. 

Lo que queda de día pasa rápido y llega el anochecer. Con cuidado de no ser vista, me voy hacia el lugar indicado. Allí está Hvitserk, que al verme se acerca a mi y me abraza. Después, se separa un poco y me besa. 

—No vayas mañana. —Decimos los dos en un susurro. 

Nos apartamos un poco el uno del otro y nos miramos. 

—Deberías quedarte en un lugar seguro. —Digo sin dejar de mirarle. 

—Eso mismo iba a decirte yo. —Me contesta. — Supongo que ninguno de los dos va a dar su brazo a torcer. 

Niego con la cabeza. 

—Puede que esta noche sea la última que estemos juntos. —Susurro. 

—No, no lo hagas. —Dice poniéndome sus manos en mis mejillas mientras junta su frente con la mía. — No te despidas. 

—Hvitserk, si mañana uno de los dos muere, quiero haberte dicho adiós. 

Él me vuelve a besar y me abraza con fuerza. 

—¿Por qué no te quedaste en tierra? —Susurra.

Le miro a los ojos pero no le contesto. 

Antes del amanecer vuelvo con el resto. Tristeza y miedo se apoderan de mi. Si hoy muero, moriré con el recuerdo de mi última noche con Hvitserk. 

Nos preparamos para la batalla. Queda poco para enfrentarnos. 

El campo de batalla es amplio y una de las zonas está bordeada por árboles que llevan a un bosque. 

Ambos bandos empezamos a avanzar hasta que estamos los unos enfrente de los otros. 

—¡Por Odín! —Grita Björn. — ¡Por mi padre! —Vuelve a gritar. 

No me da tiempo a pensar ni a buscar a Hvitserk entre las personas, ya que Björn ya ha dado la orden de ataque. 

Me defiendo y ataco. No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado, me parecen años desde que Björn gritó que atacasemos. 

Alguien se choca conmigo, me giro rápidamente y levanto mi hacha, encontrándome de frente con Hvitserk. Los dos nos sonreímos al ver que estamos de una pieza. Con un movimiento leve de cabeza nos volvemos a separar y cada uno continúa luchando. 

Recibo un empujón que hace que pierda el equilibrio. Consigo defenderme y le dejo mi hacha clavada en la cabeza al hombre que me había empujado. 

Lo que pasa a continuación me resulta ajeno. Una mujer corre hacia mi y me da una patada en la mano, haciendo que mi espada caiga lejos de mi alcance. Llevo mi mano a la espalda, donde está mi hacha pero no toco nada y es cuando recuerdo que la dejé clavada en la cabeza de alguien. 

Esquivo a la mujer e intento coger mi espada o cualquier cosa para poder defenderme pero antes de que pueda encontrar nada, noto como un filo me atraviesa. Miro la espada que sale de mi estomago lleno de sangre. 

Entre los gritos, consigo distinguir mi nombre. 

Miro a mi derecha y veo como Hvitserk corre hacia mi y antes de que la mujer vuelva a atacarme, Hvitserk le corta la garganta con su espada, haciendo que la mujer caiga de espaldas, muerta. 

Caigo de rodillas, sin poder aguantar mi propio peso. Hvitserk se agacha y me acerca a él, abrazándome. 

—No, no, no. —Dice apartándome el pelo de la cara. 

—Ojalá me hubiera quedado en tierra. —Susurro, contestando a la pregunta que me hizo la noche anterior. 

Levanto mi mano y le toco la mejilla. 

—(A/N).

—Te quiero, Hvitserk.

—Estás bien no vas a morir...

—Despídete, Hvitserk, por mí. —Le interrumpo. 

—Adiós, te veré en el Valhalla. —Susurra con tristeza. — Te quiero. 

Sonrío, y pronto empiezo a ver borroso hasta que todo se vuelve negro.