Siendo sincera, no recuerdo el motivo por el cual Liam y yo nos llevamos tan mal. De hecho, tampoco entiendo por qué todo lo que hacemos lo acabamos convirtiendo en una competición.
¿Se me da bien dibujar? Espera, que a Liam se le da mucho mejor que a mí.
¿Qué Liam es el mejor jugando a x videojuego? Ahí estoy yo para quitarle el título.
Podría dar mil ejemplos más de todas las veces que nos hemos picado, o que hemos intentado superarnos el uno al otro, pero entonces, no acabaría nunca.
El sentimiento de querer ganarle jamás me ha abandonado, siempre me ha hecho querer seguir mejorando y siendo mejor que él, pero, el problema viene desde hace un par de meses cuando me di cuenta de que ya no me importaba que Liam ganase. De hecho, cada vez que él gana y sonríe triunfante, me encuentro pensando en que su sonrisa es preciosa. O, por ejemplo, cuando Liam se concentra en algo, la única palabra que me viene a la cabeza es adorable.
Lo sé, lo sé. ¿Cómo es posible que llevándonos tan mal, me haya enamorado de él? Le he dado muchas vueltas a esta pregunta, y no le encuentro una respuesta lógica.
Todo comenzó, como he dicho, hace un par de meses cuando anunciaron un concurso de baile en la escuela. Nunca en toda mi vida había bailado, y, para ser sinceros, nunca me había interesado el baile. Pero entonces me enteré de que Liam se había apuntado. Por mi parte, no quería apuntarme, pero el pensamiento de Liam ganando y restregándomelo por la cara no me apetecía mucho, porque una cosa es pensar que es adorable y otra disfrutar de que te echen en cara que has perdido.
Así que ahí estaba yo, apuntándome a un concurso del que no tenía el más remoto interés.
'—Oh, no sabía que bailabas.
Termino de escribir mi nombre, y después me giro para ver a Liam. Me mira con los brazos cruzados y curiosidad en los ojos.
—Sé hacer de todo. —Miento con una sonrisa.
Liam y yo nos quedamos en silencio, mirándonos desafiantes. Y, justo cuando nos vamos a ir, el profesor de educación física aparece negando con la cabeza.
—Esto sí que no, lo siento. —Dice quitándome el bolígrafo de la mano, y acto seguido, tachando nuestros nombres de la lista.
—¡No es justo! —Se queja Liam. — Quiero participar.
—Desmotiváis a vuestros compañeros. —Interviene el profesor. — Siempre que se anuncia algún concurso, ahí estáis vosotros compitiendo por el primer puesto.
Evito sonreír aliviada, de verdad que yo no quería bailar. No sé bailar. No tengo ritmo. Soy terrible, y pensar que me he librado de estar horas y horas ensayando un baile me alegra.
—Pero tranquilos. —Llama mi atención el profesor. — La directora ha llegado a una conclusión, y es que los dos prepararéis una actuación juntos para el comienzo del concurso.
—¿Disculpa? —Pregunto frunciendo el ceño.
—Liam y tú vais a preparar un baile para motivar a vuestros compañeros. —Explica. — Y tras vuestra actuación, daremos paso a los concursantes.'
Intenté escabullirme, poniendo como escusa que jamás trabajaría con Liam. Pero mi profesor no dio su brazo a torcer, y, tras muchas quejas y negaciones, tanto Liam como yo acabamos aceptando nuestro destino. Bailar juntos.
Los primeros días que Liam y yo nos quedamos después de clase para ensayar, fueron incómodos. Los dos dimos ideas, y los dos queríamos que nuestra idea fuera la elegida. Cuando finalmente decidimos qué baile haríamos, nos pusimos de acuerdo para quedarnos todos los días después de clase para ensayar.
Estoy muy segura de que Liam se dio cuenta bastante rápido de que yo no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Y a pesar de haber ensayado por mi cuenta mi ritmo y mi coordinación para que no se notase lo mala que soy bailando, mis intentos fueron absurdos y no me llevaron a ningún lado.
Pensé que Liam se reiría de mí, que se metería conmigo cada vez que me tropezase o que no me saliera un paso de baile. Pero no, no hizo nada. Simplemente tuvo paciencia. Me ayudó y fingió no darse cuenta de mis fallos catastróficos.
Por fin llegamos a la parte de la historia en la que creo que caí enamorada por Liam. Cuando le veía ensaya su parte, sentía su pasión y su amor hacia lo que estaba haciendo. Esto hacía que yo me sintiera mal por haber intentando quitarle algo que tanto le apasiona, y saber que le había quitado la oportunidad de participar en el concurso me molestaba.
Poco a poco, dejaba de sentir rencor, y no tardé en darme cuenta de que estaba empezando a sentir algo muy diferente.
Había tardes que, cuando le veía sonreír y sentía que estaba contento, hacía que yo me sintiera feliz. Pero, cuando venía de mal humor, o con mala cara, lo único que yo quería hacer era abrazarle y preguntarle si podía ayudarle en algo para que volviera a sonreír.
Sí, definitivamente me había enamorado.
Gracias a la ayuda de Liam, fui mejorando lentamente. Y, a una semana de la competición, ya podía hacer el baile hasta con los ojos cerrados.
Ahora, volvamos al presente.
Liam y yo estamos esperando a que nos nombren para salir al escenario. El día del concurso ha llegado, y pronto nos tocará bailar.
—Lo vamos a hacer genial. —Susurra Liam dándome ánimos.
Le dedico una sonrisa, dándome cuenta de que ha dicho vamos y no voy.
No sé si estoy nerviosa porque no quiero cagarla, o porque Liam lleva siendo amable conmigo desde que empezamos a ensayar.
Cuando dicen nuestros nombres, al principio no me muevo. Por eso, Liam me coge de la mano y camina hacia el escenario. Las luces me ciegan, y, cuando los aplausos cesan, hay un silencio corto antes de que las primeras notas de la canción comiencen.
Los tres minutos y veintitrés segundos que dura la canción, se me pasan volando. Y para mi sorpresa, me encuentro deseando que hubieran durado un poco más para poder seguir junto a Liam. No quiero que nuestra dinámica vuelva a ser la de antes.
La primera media hora del concurso pasa, y con ella aparece mi aburrimiento. Liam y yo estamos sentados en el público, viendo a nuestros compañeros mostrar su talento con el baile.
—Nosotros les damos mil vueltas. —Susurra Liam en mi oído. — Es una pena que no hayamos podido participar.
Me giro para mirarle, Liam está sonriendo. Sin poder evitarlo, yo también sonrío.
—¿Quieres que salgamos de aquí? —Pregunto.
Él asiente, y los dos nos levantamos sin llamar mucha la atención. Liam me coge de la mano, y me guía en la oscuridad. Cuando salimos del salón de actos, caminamos por los pasillos del instituto, los cuales están vacíos.
Una vez estamos en la calle, nos compramos algo de beber y nos sentamos en un banco.
—Sabes... —Habla Liam. — Estos últimos meses no han estado nada mal.
—Liam. —Digo mirándole. — Quiero acabar con nuestra enemistad, me caes bien.
Me hubiera gustado decirle que me gusta, pero soy demasiado cobarde como para confesarme. Liam me mira, parece pensarse lo que le he dicho.
—Está bien, pero solo si prometemos vernos más a menudo. —Responde. — Para serte sincero, lo de intentar superarte en todo era una escusa para poder hablar contigo.
—Me parece bien. —Acepto. — Ya no necesitas ninguna escusa para hablar conmigo, me gusta estar contigo.
Liam sonríe.
—Me alegra oír eso.
Hello! Si pensabais que iba a dejar los imaginas de lado, siento decepcionaros pero voy a seguir subiendo también aquí, no solo en el libro de A(lternate)U(niverse), que por cierto podéis pasaros y dejar algún que otro voto y si os sentís generosos algún comentario :P
Si alguien quiere algún imagina, ya sabéis como va esto. Dejadme un comentario con el personaje y de qué queréis que trate dicho imagina.
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I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]
FanfictionI m a g i n a s. Los imaginas que tengan """ al final del título significa que no están editados. Si un imagina tiene en el título "[AVISO]" significa que puede tratar de un tema sensible para algunas personas, por favor leer el aviso y después dec...