I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

The Vampire Diaries Imagina. (Enzo) #2 [AVISO]

AVISO: este imagina transcurre durante un funeral y se menciona la muerte de un personaje.

Aprieto la mano de Enzo con fuerza. 

Oigo a la gente a mi alrededor llorar y lamentarse. Yo también estoy llorando, nunca me había sentido de esta manera. 

Nada de esto me parece real, no quiero que sea real. El dolor que siento es insoportable. Esto no puede ser real, no puede serlo. 

Enzo me abraza al ver que mi respiración empieza a ir más rápido y a entrecortarse. Al notar sus brazos rodeándome, rompo a llorar aún más. 

Cuando acaba, la gente empieza a marcharse. Yo no puedo, no puedo irme sin despedirme de ella por última vez. Me aparto de Enzo y me acerco con pasos lentos. 

—Siento tanto no haber estado ahí para ayudarte, lo siento de verdad. —Susurro después de limpiarme las lágrimas. — Nunca voy a olvidarte, te llevo conmigo aquí. —Digo llevándome una mano al pecho. — Te quiero. 

Me quedo de pie sin hacer nada. 

—Es hora de que nos vayamos. —Dice Enzo con tono suave. — Venga. —Susurra. 

Pasa uno de sus brazos por mis hombros y me guía hasta llegar a nuestro coche. El camino de vuelta a casa se me hace corto. Subo a mi habitación y me tumbo en la cama. 

Los siguientes días los paso en mi habitación, llorando o simplemente mirando a la nada. 

Enzo no se separa de mi, excepto cuando intenta que coma algo.

El dolor es insoportable. 

Ya no está. 

Jamás volveré a verla sonreír, jamás volveré a hablar con ella. 

La echo de menos. 

—(A/N), por favor, salgamos a dar un paseo. —Me suplica Enzo. 

Le miro y veo que él también está sufriendo. Mi comportamiento es injusto, pero no puedo evitarlo. Si me hubieran dicho que ser vampiro haría que todo lo que sintiera se multiplicase por mil, les hubiera dicho que me dejaran ir. 

—Está bien. —Susurro empezando a levantarme. 

Cuando salimos de casa, el sol me ciega durante unos instantes. Tardo un poco en acostumbrarme a la claridad. 

Dados de la mano, Enzo y yo caminamos por la calle. 

—Habla conmigo. —Dice Enzo. 

Le miro durante unos segundos, con ganas de llorar. 

—Quiero dejar de sentir este dolor, Enzo. —Le contesto. — No puedo vivir con ello, no puedo. 

—Sí puedes, estoy aquí contigo, juntos superaremos esto. 

Niego con la cabeza.

—Durante estos días he estado pensando algo. —Susurro. 

—No, (A/N), escúchame, apagar tu humanidad no es la solución. —Dice rápidamente. 

Se para, parándome con él. 

Mi primera opción era apagar mi humanidad , y la segunda, era quitarme el anillo que hace que el sol no me queme viva. 

—No puedo, Enzo, me duele todo. —Le contesto. — Si apagando mi humanidad dejo de sentir todo este dolor, lo haré. 

—Por favor, no lo hagas. 

—Ya he tomado la decisión, solo quería que lo supieras. —Sentencio. 

—Ella no hubiera querido que hicieses eso. —Dice llevando su mano a mi mejilla. 

Le aparto la mano. 

—No hables en su nombre. —Le contesto bruscamente. 

—Si dejas de sentir, ella dejará de importarte. —Dice. 

Empiezo a caminar, alejándome de él. 

—Lo siento, Enzo, de verdad que lo siento pero no puedo pasar un día más en el que me sienta de esta manera. —Digo llorando. 

—No solo dejará de importarte ella, dejaré de importarte yo y todas las personas a las que quieres. 

—Lo siento. —Susurro cerrando los ojos. 

Cuando vuelvo a abrirlos veo el mundo diferente. 

El dolor se ha ido. 

Ya no siento nada. 

Me limpio las pocas lágrimas que me quedan en las mejillas. 

Enzo me mira con preocupación. Se acerca a mi con cuidado. 

Le dedico una sonrisa. 

—Dime que no lo has hecho. —Susurra. — (A/N), por favor...

—Así todo es más fácil. —Le interrumpo. — Ahora estoy bien, Enzo, ya no sufro. 

—(A/N). 

—Ahora toca vivir la vida sin preocupaciones y sin miedos, al fin y al cabo somos inmortales, ¿no?

Vuelvo a caminar. 

Enzo me sigue de cerca hasta que finalmente se pone a mi lado. 

—Para, (A/N). —Me ordena. — Tienes que volver a sentir, te vas a arrepentir de esto. 

—Bla, bla, bla. —Digo mirándole. — Eres un aburrido. 

Dicho eso, le rompo el cuello. Enzo cae al suelo y me encojo de hombros.