I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

The Originals Imagina. (Kol) #3 [AVISO]

AVISO: este imagina es un poco... ¿Violento? Menciona tortura y sangre. 

Sin dejar de mirar al hombre que está atado en la silla, me dirijo a Kol.

—Déjame el bate.

—Todavía no es tu turno. —Me contesta.

Me giro para mirarle. Kol practica unos movimientos con el bate, a lo que el hombre responde con sollozos.

—Oh, venga. —Murmuro. — Nunca he pegado a nadie con un bate.

Kol para en mitad de un movimiento y me mira.

—En tus 162 años de vida, ¿nunca has pegado a nadie con un bate? —Pregunta incrédulo.

—Uno, tengo 160 años. —Le corrijo. — Y dos, no. Nunca he pegado a nadie con un bate.

—Pues te conservas muy bien. —Murmura el hombre.

—Lo sé. —Respondo arrancando el lápiz que tenía clavado en la mano.

El hombre grita, y yo me giro para mirar a Kol de nuevo. Él se acerca a mí con paso lento.

—Eso hay que cambiarlo, no puedo dejar que mi novia no haya pegado a nadie con un bate. —Susurra Kol ofreciéndome el bate.

Con una sonrisa, alcanzo el bate. Lo primero que hago es colocarme a unos pasos del hombre, y después empiezo a practicar con el bate sin llegar a tocar al hombre.

—Por favor. —Llora. — No lo hagas.

Kol se pone detrás de mí y guía mis movimientos.

—Así se golpea. —Susurra en mi oído.

—Gracias. —Respondo. Kol baja sus manos hasta mi cintura, y las deja ahí mientras continúo practicando el movimiento que acaba de enseñarme.

—Después de acabar con él, ¿qué vamos a hacer? —Pregunta.

—Podemos besarnos. —Propongo. — Sería un buen final para la cita.

—Me parece buena idea. —Dice Kol.

—También podemos ir a por un helado.

—¿Un helado? —Pregunta Kol.

—El heladero es guapo. —Digo practicando de nuevo el movimiento con el bate. — Quiero probar su sangre, solo para ver si está tan buena como él.

—No sabes lo mucho que me gusta cuando hablas de matar a gente. —Susurra Kol besándome en el cuello.

Ladeo la cabeza para que Kol pueda besarme con mayor facilidad.

—¿Va-vais a matarme? —Interrumpe el hombre.

Con cuidado, me aparto de Kol y golpeo al hombre con el bate. Su cabeza sigue la inercia del golpe y después pierde el conocimiento.

—¿Por dónde íbamos? —Pregunto acercándome de nuevo a Kol, que me coge de la cintura y me acerca a él.