I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Endgame Imagina. -Parte #1.

Importante: Esta es la séptima parte de "Capitán América: Civil War Imagina. #1".

[Pondré el resto de imaginas delante de este por si las personas que no se lo han leído quieren hacerlo, y quiénes sí se lo leyeran en su momento quieran refrescar algo.]

Firmo los últimos papeles en el hospital y me giro para irme. En la entrada me esperan Steve y Natasha. Les saludo cuando les veo, y después caminamos en silencio hasta el coche. 

Steve se sienta en el asiento del piloto, mientras que Natasha se sienta en el del copiloto. Con lo cual, soy yo la que se sienta detrás. Cuando pone en marcha el coche y salimos del aparcamiento del hospital, le indico donde quiero que me lleve. 

—Puedes quedarte con nosotros. 

—No quiero. —Respondo. 

—Todos hemos sufrido pérdidas. 

—Tienes razón, Steve. —Murmuro. — No voy a seguir con esto, he terminado. 

—¿A qué te refieres? —Pregunta Natasha. 

—Quiero que os olvidéis de mí. —Explico. — Ya no soy la Chica Hielo, ni volveré a serlo. 

—Tenemos que... 

—No hay un tenemos. —Les interrumpo. — No hay nada de lo que defender a la Tierra, Thanos ha desaparecido y no sabemos nada de él desde hace meses. 

—Seguimos buscando, tenemos a nuevas personas con nosotros. 

—Me da igual. —Sentencio. — Llevadme a mi casa. 

Sin decir una palabra más, me hacen caso y en media hora llegamos al bloque de apartamentos donde vivo. 

Antes de bajar del coche me despido. 

Subo por las escaleras y cuando llego a la puerta de mi apartamento llamo a la puerta. Me quedo ahí parada hasta que me doy cuenta de que Lili no me va a abrir. Busco las llaves por mis bolsillos, y cuando las encuentro, abro y paso. 

El apartamento está ordenado, probablemente nadie haya pasado desde hace meses. 

Dejo la mochila en el suelo y recorro cada una de las habitaciones, empezando por el salón y la cocina. Cuando ya he visto todas las habitaciones menos la de mi hermana, me acerco a la puerta que está abierta y sin pasar, la cierro. 

No estoy preparada. No todavía. 

...

Termino de marcar el número de teléfono y espero a que salte el contestador. Cierro los ojos y espero a oír la voz de mi hermana. 

Me parece absurdo tener contestador en pleno siglo XXI, ¿qué? Oh, mierda ya está grabando. Hola, soy Lili, deja tu mensaje después de la señal. ¿Así sirve? Siento que tengáis que oír esto, Maia me ha obligado a tener contestador. 

Bip. 

—Hola, Lili. —Saludo. — Ha pasado un año, ¿puedes creerlo? 

Me quedo callada, pero no tardo en aclararme la garganta para seguir hablando. 

—Hoy es tu cumpleaños, cumplirías 27 años. —Digo abriendo los ojos. — He comprado tarta de chocolate, mi favorita. Sé que prefieres la de vainilla, pero soy yo la que se va a comer la tarta así que... Lo siento, no tendría que haber dicho eso. Felicidades, Lili. Te quiero.

Cuelgo y dejo el móvil a un lado. 

...

Salgo de casa, cerrando la puerta detrás de mí. Las calles están vacías y la poca gente que sale evita mirar a nadie a los ojos. Según voy hacia la tienda de la esquina, puedo ver tres coches que se chocaron entre ellos cuando sus ocupantes se desvanecieron.