I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Teen Wolf Imagina. (Liam) #6

Oigo voces. No entiendo lo que dicen ya que todos están hablando a la vez. 

Abro los ojos poco a poco, al principio veo borroso hasta que me acostumbre a la luz que hay en la habitación. 

—¡Está despierta! —Grita alguien, haciendo que el resto se calle. 

En pocos segundos, varias personas se arremolinan a mi alrededor. Ahí es cuando me fijo que estoy en una cama de hospital. 

De nuevo, todos vuelven a hablar a la vez, preguntándome qué tal me encuentro. 

—Parad, la estamos agobiando. —Dice un chico de ojos azules. 

—Liam tiene razón. —Contesta otro chico asintiendo. 

El resto de personas se aleja de la cama, dejando espacio entre nosotros. 

—Gracias. —Susurro. 

Una vez consigo sentarme, miro una a una las personas que hay en la sala. 

—¿Qué tal estás? —Pregunta el chico de ojos azules, Liam. 

—Algo confundida. —Digo mirándole. 

—No te preocupes, (A/N), es normal, después de tres días inconsciente. —Dice una chica pelirroja. 

Asiento varias veces. 

—¿Quiénes sois? —Pregunto finalmente. 

De repente, todos se quedan en silencio y me miran fijamente. Me muevo incómodamente bajo su atenta mirada. 

La puerta se abre, dejando ver a un doctor. 

—Por favor, necesito que salgan. —Pide con amabilidad el doctor. 

—No sabe quiénes somos. —Dice Liam con un tono de preocupación. 

—Tenemos que examinar si todo está correcto, por favor, salgan. —Vuelve a pedir el doctor. — En cuanto sepamos cómo está, se lo haremos saber. 

Todos hacen caso y salen de la habitación. Liam es el último en salir, hasta que la puerta no se cierra, no deja de mirarme. 

No puedo evitar sentirme aturdida, su mirada hace que me sienta protegida y querida, pero no sé quién es. 

El doctor empieza a hacerme preguntas. Algunas de ellas las respondo con facilidad, hasta que llega a la pregunta importante. 

—¿Sabes por qué estás aquí? —Dice tranquilo. — ¿Sabes qué te ha pasado?

Niego con la cabeza lentamente. Él asiente y empieza a explicármelo.  

Varias horas después, llaman a la puerta. Dejo que pasen y veo a un chico alto que sonríe. 

—Hola, (A/N). —Saluda. — Soy Theo. 

—Hola. —Digo mirándole. 

Los dos nos quedamos en silencio. Theo se acerca a la cama y se sienta en la silla que hay al lado. Me miro las manos, esperando a que diga algo. 

¿Quién es? ¿Por qué está aquí?

—El médico dice que hablar con tus amigos y familiares te puede ayudar a recordar. —Habla al fin. — Supongo que no te acuerdas de mi, ¿no?

—Lo siento. —Le contesto negando con la cabeza. 

—Esto va a sonar algo extraño, pero antes del accidente estábamos saliendo. 

—Oh. —Digo mirándole, sin saber qué decir. 

No le recuerdo. No siento nada cuando le miro.