I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

The Originals Imagina. (Kol) #10

18. Kol Mikaelson, su primera transición, ellos habían sido novios y él la salvo de morirse ya que estaba muy enferma y él la quiere mucho.

Lo último que recuerdo antes de perder el conocimiento es el cansancio. El dolor de haber luchado con todas mis fuerzas y no haber conseguido ningún resultado positivo. 

Las memorias que tengo de la noche en que mi corazón dejó de latir están borrosas, aunque el miedo a morir es algo que recuerdo a la perfección. Kol me había contado muchas veces las ventajas de ser un vampiro, pero aún así no podía dejar de temer a la muerte. 

Tenía la esperanza de que su sangre me curase, que evitase mi muerte y que me hiciera más fuerte. Aunque jamás le diría esto. 

Su sangre no hizo nada. Yo seguí enferma, sin esperanza alguna de sobrevivir. Kol no se separó de mi lado en ningún momento. 

En la noche en la que mi vida llegó a su fin, recuerdo la mirada de pánico de Kol. Él sabía tan bien como yo que no viviría otro día más. Recuerdo como me acercó su muñeca y me susurro que bebiera. 

—Estás despierta. 

Abro los ojos al oír su voz. Me incorporo en la cama, y veo como Kol se acerca y se sienta a mi lado. Le dedico una sonrisa, y él me imita. 

—Sabes lo que tienes que hacer para completar la transición. —Susurra cogiéndome de la mano. 

Asiento varias veces mirando nuestras manos. Kol me lo ha explicado tantas veces que podría contarlo con sus misma palabras. 

—Tengo que beber sangre humana. —Susurro. 

En ningún momento dejo de mirar nuestras manos. No quiero mirarle, porque si lo hago, verá mis dudas y mi miedo. 

La inmortalidad es un deseo que algunas personas tienen, y a pesar de que es algo tentador, no sé si quiero pagar el precio de la inmortalidad. La muerte es uno de ellos, el cual sabía que inevitablemente pagaría quisiera o no, ya que yo estaba muriendo. Pero tener que beber sangre humana, quitarle la vida a otra persona... Es algo de lo que no estoy segura. 

Kol se levanta, y cuando vuelve, trae un vaso lleno de lo que parece sangre. 

—Sé que esto te cuesta. —Dice sentándose de nuevo. — Por eso no vas a tener que matar a nadie para completar la transición. 

Miro el vaso, pensando en lo que acaba de decir. No mataré a nadie por ahora. 

Kol me ofrece el vaso, y yo lo cojo.

—Voy a hacerlo. —Susurro animándome. — Voy a beber.

Sin esperar una respuesta por parte de Kol, me llevo el vaso a la boca y bebo. El sabor no me molesta tanto como había pensado, y cuando me termino el vaso, quiero más. 

Miro a Kol, y él sonríe. Se acerca a mi y me besa. Durante unos segundos, nos besamos, hasta que se parta. 

—Estamos juntos para siempre. —Dice con una sonrisa. — Te quiero. 

—Para siempre. —Susurro. — Te quiero, Kol. 

¡Que tengáis un buen fin de semana!