The Originals Imagina. (Klaus) #4

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3. Oh, mírate, actuando como el macho alfa que jamás serás porque yo soy el macho alfa. 


Casi siempre, por no decir la mayoría de las veces, la gente piensa que yo solo soy la chica de Klaus. Nunca me dedican una segunda mirada. No suelen temerme a mí, sino a lo que Klaus podría hacerles si me ofenden. 

Lo que no saben es que no solo deberían temer a Klaus, sino que también deberían temerme a mí. Yo no soy un trofeo, no soy una chica indefensa que sale con alguien poderoso. 

Por eso, cuando la gente comete el error de subestimarme, Klaus deja que les dé una lección. Esto no quita que de vez en cuando prefiera que él haga el trabajo sucio, pero la mayoría de las veces prefiero ser yo quién se manche las manos de la sangre de los irrespetuosos. 

Normalmente no suelo ir a las reuniones en las que Klaus escucha lo que otros vampiros tienen que decir, pero hoy me ha traído con él. 

Sabía que estas reuniones acababan la mayoría de las veces con alguien muerto, o herido, pero jamás pensé que se atreverían a hablar así a alguien más poderoso que ellos. 

El hombre de ojos azules interrumpe a Klaus por cuarta vez, haciendo que me enfade. Por su parte, Klaus le contesta sin hacer caso al tono de voz con el que le están tratando. 

La sala vuelve a llenarse de gritos. No puedo evitar reírme. Esto hace que todos se callen y me miren. 

—¿Algo que decir? —Pregunta Klaus. 

Dejo de mirar a los vampiros que me miran desinteresados, para poder mirar a mi novio. Le dedico mi mejor sonrisa antes de hablar.

—No creo que tenga nada importante que decir. —Se queja el hombre de ojos azules. 

—Oh, mírate. —Murmuro levantándome. — Actuando como el macho alfa que jamás serás. —Digo acercándome al hombre. — ¿Sabes por qué? Porque yo soy el macho alfa. 

A pesar de mi posición amenazante, el hombre no se calla. 

—¿En serio tenemos que aguantar sus gilipolleces? —Pregunta mirándome. — No eres nadie, solo la chica del que manda. 

—¿Gilipolleces? —Digo riéndome. 

El hombre se levanta para intentar intimidarme con su altura. No lo hace. 

—Esto. —Susurro arrancándole el corazón. — Es lo que os va a pasar si no aprendéis a respetar a los demás. 

Los murmullos que había en la sala dejan de oírse. 

Tiro el corazón al suelo y miro a Klaus, que tiene una sonrisa en la cara. 

—Podéis temer a Klaus todo lo que queráis. —Hablo mientras me limpio la sangre de las manos. — Pero a mí me vais a respetar, porque como habéis podido comprobar no soy de las que tienen mucha paciencia. 

Cuando levanto la mirada, todos los vampiros me miran horrorizados. Probablemente pensaran igual que el hombre al que he matado, y al ver que no soy una chica vulnerable se han asustado. 

Tras mi discurso, Klaus retoma la palabra. La reunión continúa durante unos minutos más, pero el ambiente ya no es como antes. Ahora es más tranquilo. 

La reunión termina, y una vez todos se van Klaus y yo nos quedamos solos. 

—Esa es mi chica. —Murmura antes de besarme. 

Le sonrío. 

—¿Era necesario matarle? —Pregunta. 

—Muy necesario. —Contesto. — Oh, vamos... Le ibas a matar tú en cuanto volviese a abrir la boca. 

—Cierto. —Dice riéndose. 

Klaus y yo volvemos a besarnos. 

I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora