I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Spiderman Imagina. (Harry Osborn) #1

Salgo de mi habitación, agobiada por haber pensado que podría descifrar el significado de la invitación de Harry yo sola. 

Paso al salón y me paro al lado del sofá, donde mi hermana está tumbada. 

—¿Qué significa una cita informal? —Pregunto. 

—No sé, ¿que no te vistas elegante? —Dice sin dejar de mirar la televisión.

Pongo los ojos en blanco. 

—Genial, entonces voy en pijama. —Me quejo. 

Camino hacia el sofá para después tirarme dramáticamente sobre mi hermana. Ella emite un gruñido cuando la aplasto. 

—Pues ve en pijama, nadie te lo impide. —Responde quitándome de encima suya.

Me levanto del suelo y me pongo en pie. 

—No es que seas de gran ayuda. —Susurro volviendo a mi habitación. 

Una vez paso a la habitación, cierro la puerta de un portazo. La puerta no tiene la culpa de que siempre deje todo para el último momento. 

Abro mi armario y miro la ropa que tengo. 

Durante los siguientes minutos miro fijamente el contenido de mi armario. ¿Para qué tengo tanta ropa si luego no me pongo ni la mitad?

Finalmente me decido por unos pantalones negros y una blusa azul celeste. No es un conjunto formal, pero tampoco es informal. Es un outfit intermedio, así que supongo que valdrá. Además, estos pantalones me hacen un culo impresionante. 

—Tengo unos tacones que pegan con esa blusa. 

Me giro para ver a mi hermana en la puerta de mi habitación. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no la he oído entrar. 

—No puedo llevar tacones. —Digo frunciendo el ceño. 

—¿Por qué? —Pregunta confundida. — Pensé que ya habías superado eso de tropezarte. 

—Déjame. —Me quejo recordando las veces que me he caído llevando tacones. — Si me los pongo seré más alta que Harry, le sacaré como una cabeza. 

Mi hermana empieza a reírse. Me cruzo de brazos y levanto una ceja. 

A mi no me hace gracia. 

Una vez deja de reírse,  asiente. Después se aclara la garganta mientras sale de mi habitación. 

—Deberías de ir saliendo, venía para decirte que Harry te espera en el salón. —Comenta. 

—¡No! —Susurro. — Como me haya oído, te mato. 

Ella se encoge de hombres y desaparece de mi campo de visión. 

Suspiro varias veces, intentando calmarme. Cojo los primeros zapatos que veo y salgo con paso decidido hacia el salón. 

—Hola. —Saluda Harry al verme. 

Le dedico una sonrisa. 

—Hola, Harry. 

—¿Nos vamos? —Pregunta devolviéndome la sonrisa. 

Asiento varias veces y ambos nos dirigimos a la puerta. 

Durante el camino a su casa hablamos un poco. El silencio no me resulta incómodo, pero a veces siento que debería de decir algo. En ningún momento llego a decir nada, ya que la sonrisa de Harry me dejaba atontada y escucharle tararear me volvía loca.