I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]

Spiderman: Homecoming Imagina. #3 [Final]

Esta es la cuarta parte de "Capitán América: Civil War Imagina. #1". 

Beep. Beep beep. Beep. Beep beep beep-

Paro el despertador con un manotazo, y cuando lo hago, noto un dolor intenso en dicha mano. Al abrir los ojos veo la venda que cubre mi muñeca.

Frunzo el ceño, recordando lo que pasó anoche. Spiderman casi me deja sin mano.

Con pocas ganas, me levanto. Tras vestirme, voy a la cocina y me tomo un zumo de naranja. Mientras cierro la nevera, me doy cuenta del post-it que hay puesto. Mi hermana trabaja hoy hasta tarde, y me ha dejado comida en el microondas.

Cuando salgo de casa, anda con paso ligero. No quiero encontrarme con Peter, ya que sé que me preguntará por la mano. Nunca he sido buena mintiendo, así que prefiero tener algo de tiempo para interiorizar una mentira antes de encontrarme con él.

Una vez llego al instituto, me dirijo a mi taquilla. Consigo abrirla, aunque me quedo mirando el interior durante unos instantes, preguntándome cómo voy a sacar un libro a la vez que guardo otro con una sola mano.

—Pues nada, habrá que hacerlo a lo salvaje. —Murmuro dejando el libro de historia que tengo en el suelo. Después cojo el libro que necesito y lo tiro al lado del otro. Guardo el libro de historia en la taquilla.

Tras cerrar la taquilla, me agacho para coger el libro, pero alguien es más rápido que yo y lo coge antes de que yo lo haga. Me incorporo y, muy a mi pesar, miro a Peter. Él sujeta mi libro, ofreciéndomelo con una sonrisa. Ned está a su lado, observando mi mano derecha. Aunque lo más interesante es que Peter tiene un ojo morado.

—Gracias.

—¿Qué te ha pasado? —Pregunta Ned.

He tenido media hora de camino al instituto para pensar una mentira, pero no he pensado absolutamente nada. Ned espera mi respuesta, y yo, como siempre, digo lo primero que se me ocurre.

—El karma, probablemente. —Contesto. — ¿Y a ti?

Peter levanta la mirada de mi mano para mirarme a los ojos.

—Es un torpe, ya le conoces. —Dice Ned rápidamente.

Asiento varias veces sin dejar de mirar a Peter. No es que no me crea la excusa que ha dado Ned, pero básicamente no me creo la excusa que ha dado Ned.

Durante el resto del día no puedo dejar de pensar en Peter y su ojo morado. ¿Cómo se ha podido hacer eso? Sin poder evitarlo, recuerdo el puñetazo que le di a Spiderman. Es una coincidencia bastante rara que Peter tenga el mismo ojo al que yo le pegué a Spiderman morado.

No puedo evitar reírme ante mis pensamientos. Peter, ¿siendo Spiderman? Dejo de reírme al darme cuenta de que puede que en efecto Peter sea Spiderman.

—¿Qué era tan gracioso?

Levanto la mirada de mi sándwich para mirar a mis dos compañeros. Me miran confusos, y a la vez curiosos. Pensarán que estoy loca.

—Me he acordado de un chiste. —Miento.

Ned parece creerse mi respuesta, ya que vuelve a prestar atención a su comida en vez de a mí. Peter parece pensativo. De vez en cuando mira mi mano derecha, y después se toca el ojo que tiene morado. Aunque aparta la mano con rapidez cuando nota el dolor que le provoca el tacto.

No puede ser, ¿o sí?

Miro mi mano y después el ojo de Peter.

Si Peter es Spiderman, puede que él también haya llegado a la misma conclusión que yo. Él pensará que yo soy la Chica Hielo. Y si él es Spiderman, significa que Peter casi me rompe la mano anoche.