The Vampire Diaries Imagina. (Stefan) -Segunda parte [Final.] #4

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Recuerdo sus abrazos. 

Sus caricias. 

Sus sonrisas. 

Le recuerdo a él, a Stefan Salvatore.

Recuerdo todos y cada uno de los momentos que vivimos juntos. También recuerdo sus últimas palabras, las que me hicieron olvidar nuestra historia. 

Me siento enfadada, triste. 

Cinco años después de que me hiciese olvidarle, el destino hizo una de las suyas. Nunca le hubiera vuelto a recordar si mi camino no se hubiera cruzado con el de otro vampiro. 

Al principio todos los recuerdos junto a él me abrumaron, recordar la mitad de una vida junto a otra persona en poco tiempo después de haber vivido sin saberlo fue agotador. 

Llevo varios años buscándole. Quiero encontrarle, quiero volver a verle. 

Todo me lleva a Mystic Falls. Nunca había estado aquí, pero sí que recuerdo las veces que Stefan me había contado que ese era su hogar. 

Camino por las calles desconocidas hasta que llego a un parque. Me siento en uno de los bancos. 

Estoy nerviosa, pensar que puedo estar cerca de encontrarle hace que sienta una mezcla de nervios y felicidad. 

A pesar de haber llegado a Mystic Falls, no tengo claro qué hacer. 

No sé cómo encontrarle. 

Me acerco a un bar que parece agradable. Entro tranquilamente e inspecciono el local. Es acogedor y no hay mucha gente. 

—Hola. —Saludo con una sonrisa. 

El chico que está detrás de la barra se da la vuelta y me atiende. Minutos después tengo un vaso con zumo de naranja. 

Pasan pocos minutos cuando oigo su voz.

Dejo el vaso con cuidado. Tanto tiempo esperando volver a oírle, a verle y ahora con tan solo girarme mi sueño puede hacerse realidad. 

Respiro hondo antes de finalmente, girarme. 

Cuando lo hago me sorprende lo diferente que es a mis recuerdos. Parece más serio y los años le han quitado la sonrisa. 

Me levanto de la silla y doy un par de pasos antes de pararme. Todavía no se ha percatado de mi presencia. 

—Stefan. —Hablo finalmente. 

Me acerco a él, que me mira con cara de confusión y le abrazo con todas mis fuerzas. Durante unos segundos espero a que me devuelva el abrazo, pero al ver que no lo hace me separo de él lentamente. 

—Esto es... Imposible. —Susurra mirándome fijamente. — ¿Cómo? 

—Te lo dije, contigo o sin ti siempre habría la posibilidad de que me pasase algo. —Le contesto. 

—No, deberías haber vivido una vida larga y tranquila. —Dice negando con la cabeza. — Por eso me fui. 

Me quedo callada. Stefan debe de sentirse culpable. Se fue para protegerme, pero irse no sirvió para nada. 

Los dos nos sentamos y le explico lo que pasó. Le cuento todo lo que he pasado desde que le recordé y le digo sin ningún rodeo como lo que sentía hacia él volvió al igual que las memorias. 

Stefan se mueve incómodo en la silla y se coloca de una manera en la que hay una distancia considerable entre nosotros. 

—(A/N). —Dice sin mirarme. — Han pasado más de veinte o treinta años. —Continúa hablando. 

—¿Qué quieres decir?

—He pasado página. —Me contesta. — Lo nuestro acabó el día en el que te dejé ser feliz sin mi. 

—Era feliz contigo, esto es tan injusto. —Digo levantándome. 

—Tienes que entenderlo, estoy prometido con el amor de mi vida, (A/N). 

Respiro hondo. 

Siento como las ganas de gritar y tirar cosas aumentan. 

Me siento traicionada. 

—Desde que me transformaron he dedicado cada día en buscarte. —Le explico. — ¿Sabes lo doloroso que fue recordar nuestra historia, sabiendo que posiblemente no fuese a encontrarte?

—Yo no pedí que me buscases. 

—¡Claro que no! —Digo con una risa amarga. — ¿Por qué ibas a hacer eso si creías que no volvería a recordarte? —Grito enfadada. 

—Siéntate, por favor. —Dice intentando calmarme, pero fallando en el proceso. 

—Te odio. —Digo intentando contener las lágrimas. — Ojalá nunca te hubiera conocido. 

—(A/N), espera. 

—Si no te hubiera conocido, podría haber tenido una vida normal. —Le culpo. — Podría haberme casado y tenido hijos, pero por tu culpa jamás sabré lo que es envejecer junto a los que amo. 

—No lo dices en serio, estás enfadada y...

—Tienes razón, estoy enfadada. —Le interrumpo. — Y sabes que todo lo que estoy diciendo es verdad, y que esos son algunos de los motivos por los que me hiciste olvidarte. 

—Lo siento. 

—No me sirve. —Digo alejándome de él. — Ahora tendrás que vivir sabiendo que arruinaste mi vida, sin contar las demás vidas que has ido arruinando a tu paso. 

—Para. 

—No, deja que me quede a gusto. —Le digo. — Si alguna vez nuestros caminos se cruzan, mátame porque sino seré yo la que te mate. 

—Todo lo que estás diciendo es por la rabia que sientes. —Intenta calmarme. 

—Eres cruel, Stefan. —Susurro. — Primero decides por mi y me obligas a olvidarte, y después me restriegas por la cara que estás prometido. —Digo mirándole. — Y encima tenías que decir que es el amor de tu vida.

—No quería que te lo tomases de esa manera, yo...

—Soy una persona civilizada, así que no voy a echarle la culpa a tu prometida. —Le interrumpo. — Porque ella no es la culpable, sino tú. —Digo haciendo énfasis.

Esquivo las mesas hasta que llego a la puerta. 

Salgo llorando. 

Le quiero, pero le odio. 



Bueno aquí os dejo la parte final, espero que os guste. 

I M A G I N A S. #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora